¿Pronto el final de un duelo de gigantes en los tratamientos contra la obesidad? En el contexto de una posible revolución médica, nuevos actores se preparan para atacar este mercado en auge, actualmente dominado por los laboratorios danés Novo Nordisk y el estadounidense Eli Lilly.
Estos tratamientos, denominados análogos del GLP-1, son “hoy en día el producto sobre el que existen más expectativas y quizás también más fantasías”, resume Nicolas Picard, gestor especializado en salud del fondo CPRAM.
Desarrollados inicialmente contra la diabetes, estos medicamentos han dado resultados sin precedentes para ayudar a perder peso y son aclamados por los especialistas como una posible revolución terapéutica, aunque persisten las preocupaciones sobre sus efectos secundarios y el riesgo de que se tomen fuera de cualquier control médico. -arriba.
Su ascenso hasta ahora ha beneficiado a los grupos Novo Nordisk y Eli Lilly, que fueron los primeros en emerger en la carrera. El primero es, en particular, el productor del emblemático Wegovy, basado en la molécula de semaglutida y el antidiabético Ozempic.
Lo cierto es que, tras un período de euforia, el mercado asiste a “una especie de vuelta a la normalidad”, donde los inversores “no necesariamente van a jugar al 100% contra la obesidad”, estima Grégoire Kounowski, asesor financiero de inversiones de Norman. K.
“Ahí, hoy lo que da dinero es la lucha contra la obesidad, ¿será así mañana? Probablemente, pero probablemente no sólo”.
él enfatiza.
¿Tratamientos más baratos?
Las acciones de los dos pioneros se han alejado de su pico de verano. Sus últimas publicaciones no han jugado del todo a su favor, según los analistas.
Sobre todo, el mercado también parece tener en cuenta la llegada de una competencia más dura.
“En los próximos años, veremos cada vez más jugadores entrando en este espacio. Y esto generará competencia y presión sobre los precios para Eli Lilly y Novo Nordisk”, añade Sean Carroll, experto en renta variable de Janus Henderson.
Por el momento, los laboratorios suelen ser libres de fijar sus precios, en detrimento de un acceso más amplio. Estos medicamentos contra la obesidad, que producen sensación de saciedad, no siempre están cubiertos por los seguros médicos, sobre todo porque son objeto de dudas sobre sus efectos secundarios a largo plazo.
En este contexto de no reembolso, Eli Lilly ya lanzó este verano un programa de venta directa de viales monodosis más baratos de Zepbound (molécula de tirzepatida) en Estados Unidos.
Se trata de una iniciativa “en previsión de una mayor competencia por parte de otros actores”, que están desarrollando “lo que podría ser una nueva generación de GLP-1”, analiza Carroll.
¿Más allá de la obesidad?
Por ahora, el lugar de los actores históricos sigue siendo abrumador. Novo Nordisk, la mayor capital europea, representa por sí sola el 74% de la cuota de mercado en tratamientos contra la obesidad con su molécula de semaglutida. El número de pacientes tratados con sus análogos del GLP-1 (Wegovy y Ozempic) se ha triplicado en los últimos tres años hasta alcanzar alrededor de 11,5 millones.
Pero los grandes laboratorios se postulan: Amgen, Roche, AstraZeneca o Pfizer. También las empresas biotecnológicas, como Viking Therapeutics o Zealand Pharma, esperan algún día tener su cuota en este mercado que, según Goldman Sachs, probablemente alcanzará los 100 mil millones de dólares a finales de la década.
Los inversores están atentos a “la próxima ola de empresas capaces de ganar potencialmente cuota de mercado” con versiones “más fácilmente toleradas y más fáciles de administrar” que las actuales inyecciones semanales, señala Carroll.
Según Alison Labya, analista de GlobalData, “más de 120 medicamentos GLPR1 se encuentran en ensayos clínicos”, y las compañías farmacéuticas buscan “mejorar la eficacia, ampliar los intervalos de dosificación y abordar múltiples indicaciones más allá de la diabetes tipo 2 y la obesidad”.
“El desarrollo de nuevas clases de medicamentos sigue siendo necesario”, y “la movilización colectiva es esencial”, según Novo Nordisk, cuya patente de semaglutida expira en 2027 en China, en 2031 en Europa y en 2032 en Estados Unidos.
Los inversores examinarán los resultados a finales de 2024/principios de 2025 evaluando su fármaco candidato para la obesidad CagriSema, una combinación de un análogo de GLP-1 y un análogo de otra hormona, la amilina.
Ana PADIEU/AFP
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