Al igual que la feria de San Martín, conocida como la feria del burro, la feria gastronómica se ha convertido en una tradición. Organizado desde hace más de 20 años, se desarrolla durante 2 días. Esta edición de 2024, que se disputa en domingo y lunes festivo, permitió a asiduos y curiosos aprovecharla al máximo.
Productos regionales entre tradición y nuevos sabores
En el gimnasio de Bas-en-Basset estuvieron presentes exactamente 46 expositores. Lentejas, miel, frutos secos, quesos,… están presentes los productos típicos de la región. A medida que se acercan las fiestas navideñas, existen muchas y variadas ideas para regalos o comidas. Una consigna: calidad y autenticidad.
“es importante mantener la presencia de productores vendedores”
Yvan, de Solignac-sur-Loire, acompañado de su hija y su empleado, viene a la feria gastronómica desde hace 22 años. Ofrece lentejas y quesos, incluido el famoso queso artesanal. Nos explica la importancia de incorporar productores “Podemos explicar el origen, dar consejos sobre la conservación y preparación de los productos”.
Esto es también lo que hace interesante este evento, los expositores explican sus productos, la cosecha de frutas, la destilación de licores, el diseño de la crema para untar,…Aquí no hay preparaciones industriales sino entusiastas a los que les gusta compartir su trabajo y su concepción. de gastronomía.
También es de Solignac-sur-Loire donde Marion y Béranger ofrecen su whisky, elaborado en Alto Loira. Apasionados, también han desarrollado un ron que envejecen en sus barricas y, este año, un vodka, para consumir con moderación.
Alain, ganadero-productor de Valprivas, ofrece productos de carne de vacuno, entre ellos chili con carne. Pero también hay un producto más misterioso y que está teniendo mucho éxito: el jarabe de heno. Ante la escasez de stock, nos dice “Tuve que hacerlo de nuevo anoche“. A pesar del cansancio, estuvo presente en la inauguración y su tribuna se repuso.
Chocolate para los más golosos
Los ojos de Willy Wonka se llenarían de estrellas al ver las creaciones de talentosos chocolateros. Adrien Fort, de Saint-Julien-d’Ance, pero también Stephen Munar y su compañera Marie, procedentes de Saint-André-le-Puy, están preparados para la Navidad con sus creaciones artesanales.
El padre de Marie, Bruno, elabora dieciséis variedades de pastas para untar. Pastas creadas por el maestro chocolatero Roland Charles. Además de los más gourmet, destacamos el sin azúcar para personas que padecen diabetes, pero también sin colorantes, sin conservantes y sin el famoso aceite de palma.
De aquí y de otros lugares
Productos locales, pero también clientes habituales que no dudan en recorrer varios centenares de kilómetros para estar presentes en la feria de Bas-en-Basset.
“Aquí encontramos mucha convivencia”
Todos son unánimes. Vienen a encontrarse con clientes leales. Clientes que suelen acudir el primer día de feria para evitar las aglomeraciones. Pero estos expositores también vienen, como nos cuenta Thierry (propietario de un castillo en Gironda): “para la convivencia“.
Muchas veces son historias de encuentros, de amistades, de familias que les hicieron venir y regresar.
Thierry llegó gracias a un miembro del ayuntamiento de Bas-en-Basset que lo visitó en su propiedad. Damien y Léa vienen desde hace cuatro años a ofrecer su champán de Aisne. Vinieron por consejo de unos amigos que los habían invitado a la vecina ciudad de Beauzac.
También podemos citar a Frédéric y Myriam que vienen a perpetuar la tradición familiar procedentes de Alsacia, o a Anthony que viene de Cher y cuyo abuelo ya vino.
En busca de la calidad y la artesanía local, la feria se ha abierto también a otros productos, especialmente a la cosmética. Debajo del árbol también se pueden encontrar jabones de leche de cabra, pastillas limpiadoras, bálsamos, etc.