sheraldo Becker fue el héroe de la gran victoria que la Real Sociedad consiguió ayer en Anoeta contra el Barcelona, al ser al autor del tanto con el que se sumaron los tres puntos celebrados con una gran fiesta en las gradas. El de Ámsterdam se reconcilió con la afición txuriurdin, después de que se enfadara con él por protagonizar un altercado nocturno.
Becker fue una de las tres novedades que Imanol introdujo en su equipo titularcon respecto al del pasado jueves, en una nueva oportunidad para el internacional por Surinam de mejorar el flojo rendimiento que estaba ofreciendo este año, en el que no estaba brillando ni de lejos como cuando lo hizo en la segunda parte del curso pasado, tras llegar en el mercado de invierno.
El 11 de los txuriurdin había participado en 13 encuentros, seis de ellos desde el inicio, el más reciente hace más de un mes, contra el Atlético de Madridcon una mala actuaciónpocos días después de que tuviese un altercado a las puertas de una discoteca de San Sebastián, dos circunstancias que hicieron que los elogios que recibió a primeros de 2024 se convirtiesen en críticas en estos últimos meses.
Lo cierto es que, después de varios partidos saliendo desde el banquillo, Becker fue de nuevo titular y, tras aguantar los 25 muy buenos primeros minutos del Barcelona, apareció para aprovechar una gran peinada de Sucic, con resbalón de Cubarsí, para con una definición de crack ante Iñaki Peña poner el 1-0.
Rozó el doblete en dos remates
El de Ámsterdam pudo tener aún más trascendencia en el encuentro cuando, casi en la última jugada antes del descanso, recibió un globo de Kubo y de primeras se lo envió a Oyarzabalque solo ante Iñaki Peña cruzó un poco más de lo que debía la pelota, que salió rozando el poste derecho de la meta visitante, perdonando el segundo tanto de la Real.
Becker tuvo la opción de ser aún más la gran estrella de la noche nada más volver de los vestuarios, porque recibió otro balón solo ante Iñaki Peña, pero eligió intentar la vaselina en lugar de correr para provocar un uno contra uno, pero el remate se le fue a las manos del guardameta. Pocos minutos después, llegó algo forzado a una pelota que no pudo mandar a la red.
El ex del Union Berlin fue reemplazado en el minuto 60 y recibió una gran ovación de una grada de Anoeta que olvidó su altercado nocturno cuando enfiló el camino al banquillo, desde el que tras el pitido final de Cuadra Fernández celebró con una gran fiesta un triunfo firmado por él.