Dos potentes terremotos se produjeron sucesivamente el domingo 10 de noviembre frente a la costa sur de Cuba, según el Instituto Americano de Geofísica (USGS), pero las autoridades locales declararon que no había víctimas en la “inmediata ni alerta de tsunami”.
El segundo temblor, de magnitud 6,8, se produjo a 23,5 kilómetros bajo el océano, aproximadamente una hora después de un primer terremoto de magnitud 5,9 sentido en varias provincias del país. El epicentro del segundo sismo se ubicó a 23,5 kilómetros de profundidad, a unos 40 kilómetros de la costa de Bartolomé Masó, en la provincia de Granma.
El epicentro del primer terremoto se localizó a 14,2 kilómetros bajo el océano, a unos 35 kilómetros de la costa de Bartolomé Masó, en la provincia de Granma, y a unos 175 kilómetros de Santiago de Cuba, la segunda ciudad más grande del país.
Los temblores se sintieron en toda Cuba, sin provocar víctimas mortales según informaciones iniciales, informó el diario oficial cubano. Granma. “La gente rápidamente salió a la calle porque el suelo se movía muy fuerte”declaró por teléfono a la Agencia France-Presse (AFP), Andrés Pérez, un jubilado de 65 años que vive en el centro de Santiago de Cuba. “Lo sentimos realmente muy fuerte, mi esposa está completamente nerviosa”añadió.
Cuba apenas se está recuperando del huracán Rafael que azotó el oeste de la isla y provocó un corte de energía generalizado que duró casi dos días. El mes pasado se registró un terremoto de magnitud 5,1 en Santiago de Cuba sin causar daños.
A finales de enero de 2020, un terremoto de magnitud 7,7 sacudió el Caribe entre Cuba y Jamaica, sentido en varias provincias de Cuba pero sin causar daños a pesar de las evacuaciones en La Habana.