Mescal interpretó a Connell, un popular estudiante de secundaria (y más tarde estudiante) que entabla una relación con una compañera de clase, Marianne, interpretada por Daisy Edgar-Jones. Visto por millones de personas en el apogeo del distanciamiento social, la temblorosa intimidad del programa tocó una fibra sensible especialmente resonante.
Pero el sexo por sí solo no lo convirtió en una sensación. Mescal fue tan sorprendente en la serie, explica Haigh, “debido a su vulnerabilidad en la pantalla. Es algo a lo que los actores masculinos suelen resistirse, pero Paul nunca tiene miedo de demostrarlo y es por eso que te enamoras aún más de él”.
Ésa era la cualidad que Haigh quería aprovechar en su propia película, específicamente para la escena en la que se encuentran los personajes de Mescal y Scott. “Paul aparece en la puerta de Andrew y tiene que interpretar esta extraña mezcla de desesperación, miedo, lujuria y borrachera, que es una mezcla muy, muy difícil de lograr sin resultar desagradable. Pero la forma en que Paul lo hizo es todo lo contrario: hace de esa combinación una forma de atraerte”.
El lanzamiento de Normal People a mediados de Covid podría haber hecho maravillas con el perfil de Mescal, pero también animó su vida amorosa. Entre sus fans más conocidos se encontraba la cantautora estadounidense Phoebe Bridgers, quien tuiteó que el programa la había dejado “triste y cachonda”: Mescal respondió, y durante los siguientes dos años fueron oficialmente un artículo.
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