Ante el marcador durante todo el set, Messin fue a buscar al público, para ofrecerse una magnífica oportunidad de concluir con el 5-4 al servicio contrario. Pero el brazo del tricolor se tensó, sus dos puntos de partido permanecieron en su raqueta, y Thompson sintió que la marea cambiaba para igualar y luego rodear a Bercy consiguiendo un primer quiebre en el partido. Peor aún, Humbert llamó al fisioterapeuta quejándose de dolor en el pie.
El escenario de desastre se evaporó rápidamente, ya que al momento de concluir Thompson a su vez se tensó, abandonado por su derecha y su primera bola para hacer el break. La tensión aumentó aún más en el juego decisivo, donde Humbert aprovechó su oportunidad con un punto monstruoso en defensa y luego un misil largo en el revés para ofrecerse dos nuevos puntos de partido. En su tercera ocasión, el francés finalmente pudo soltar un grito de rabia, con los ojos desorbitados. Su primera semifinal en Masters 1000 casi se le escapa, pero es él quien espera a Dimitrov o Khachanov en la semifinal. Repetimos, el último héroe de Bercy sigue vivo.
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