“Trabajar juntos por una Flandes cálida y próspera (título del acuerdo negociado entre el N-VA, Vooruit y el CD&V) no es sólo un eslogan, es una promesa hecha a todos los flamencos”, afirmó Diependale.
El nacionalista enumeró algunos de los compromisos y retos que se ha marcado el nuevo equipo: tres mil millones de euros de inversión adicional (una buena parte se destinará al ámbito del bienestar: personas con discapacidad, atención a las personas mayores, guarderías, etc. ) a cambio de un presupuesto equilibrado en 2027, una tasa de empleo del 80%, apoyo a los empresarios mediante la lucha contra la inflación regulatoria y una señal a los inversores de que Flandes es una tierra donde pueden hacer negocios.
Su lema hace saltar a socialistas y ecologistas: ¿quién es Matthias Diependaele, este hombre fuerte del N-VA que será ministro-presidente flamenco?
Flandes también pretende asumir sus responsabilidades en materia de clima y energía, que va por detrás de otras entidades del país. “Pero no actuaremos precipitadamente”, advirtió Diependaele. Las decisiones relativas al clima se sopesarán con “la capacidad de los ciudadanos para asumirlas y la competitividad de las empresas”. La obligación relajada de renovación es un ejemplo.
Para financiar sus inversiones adicionales y las medidas que ha prometido, como reducir las tarifas de registro, el nuevo gobierno ahorrará y recaudará nuevos ingresos. El precio de los bonos de servicio aumentará y dejará de ser deducible de impuestos. Se eliminará la prima para los coches eléctricos y los coches eléctricos nuevos estarán sujetos a impuestos de circulación.
