“Es el partido de vuelta contra la reforma de las pensiones”, aseguró esta semana la número uno de la CGT, Sophie Binet. “Podemos obtener su derogación, esto es lo que demuestra la declaración de Michel Barnier, el equilibrio de poder está de nuestro lado”, juzgó en Franceinfo.
Durante su primera entrevista televisiva hace una semana, el Primer Ministro dijo que estaba dispuesto a “mejorar” la muy controvertida reforma que elevó la edad de jubilación a 64 años. La CGT, el segundo sindicato de Francia, había llamado a finales de agosto a sumarse a la movilización iniciada por el intersindicato de jubilados para exigir en particular “la derogación de la reforma de las pensiones, el aumento de salarios y pensiones, la igualdad entre las mujeres y hombres, la financiación de nuestros servicios públicos”.
La manifestación parisina, que partirá de la plaza Denfert-Rochereau a las 14 horas, estaba inicialmente prevista para coincidir con la presentación del presupuesto a la Asamblea, que finalmente fue aplazada. Tendrá lugar justo antes del discurso de política general del Primer Ministro, a las 15.00 horas, que marcará el rumbo de su política mientras muchas cuestiones sociales (seguro de desempleo, empleo de las personas mayores, en particular) siguen sin resolverse.
178 lugares de reunión
Esta primera movilización por la vuelta al cole podría, sin embargo, resultar bastante débil, según una fuente sindical, citando “la retroalimentación sobre el terreno (que) no es buena”.
El viernes, la CGT identificó 178 lugares de reunión (a modo de comparación, el sindicato tenía más de 200 el 1 de mayo y 250 durante el último día de movilización contra la reforma de las pensiones en junio). CGT y Sud Rail (Solidarios) convocan a la huelga a los trabajadores ferroviarios.
Sin embargo, Sophie Binet consideró el miércoles que “es necesario que los empleados hagan huelga, se manifiesten en masa para que seamos escuchados y podamos cambiar la situación”. “Preocupada” tras su encuentro con Michel Barnier, la dirigente sindical confesó a la prensa “no haber tenido respuestas sobre cuestiones sociales”.
Solidaires (no representativos) también se suma a las manifestaciones en “reacción concreta al resultado de las elecciones europeas y legislativas”. Para combatir a la extrema derecha, debemos responder a “una ira social que persiste desde hace años”, afirma la codelegada Murielle Guilbert.
“Acabar con la precariedad estudiantil”
También se movilizarán varias organizaciones juveniles, entre ellas la Unión de Estudiantes, la Unef, Fidl y la Union Syndicale Lycéenne. “Hacemos un llamado a la juventud […] oponerse a la política de este gobierno”, escriben en un comunicado de prensa conjunto, exigiendo, entre otras cosas, “una renta estudiantil para poner fin a la precariedad estudiantil” y la “dimisión” de Emmanuel Macron y Michel Barnier.
Lo cierto es que esta vez el frente sindical ya no está unido: a diferencia de la movilización por el poder adquisitivo del año pasado o de la batalla unida contra la reforma de las pensiones, la CFDT, FO, la CGE-CGC, la CFTC y la Unsa se negaron a unirse a la movilización del Martes. “No es costumbre de la CFDT decir “porque hay regreso a clases, hay movilización””, afirmó el número 2 de la organización, Yvan Ricordeau.
Antes de una gran manifestación, “necesitamos poder movilizar a las empresas y a las administraciones entre la declaración de política general del Primer Ministro y antes del debate parlamentario sobre las pensiones (31 de octubre, ndr)”, considera el líder de FO Frédéric Souillot.
