Sumido desde hace un mes en una crisis pública e interna sin precedentes tras la desprogramación del El último tango en París, Por Bernardo Bertolucci, la dirección de la Cinémathèque française deberá explicarse este jueves 16 de enero ante la comisión parlamentaria de investigación sobre la violencia en el cine. La audiencia estaba programada, fue “acelerado”“, confirma la presidenta de esta comisión, Sandrine Rousseau.
“Cometimos un error: no informar lo que El último tango en Parísesta escena de violación”, reconoce Costa-Gavras, 91 años, presidente de la Cinémathèque. Fue el 12 de diciembre, al regresar de Atenas, donde presentó su última película, cuando el cineasta fue alertado por Frédéric Bonnaud, director general de la institución. Le cuenta que, desde principios de semana, personalidades del cine y asociaciones feministas se han rebelado contra la proyección de la película, prevista para el 15 de diciembre, sin el más mínimo debate organizado antes o después de la proyección: la película, sin embargo, muestra una violación. Escena filmada sin el consentimiento de Maria Schneider: la actriz no fue advertida de su progreso antes del rodaje. Todos requieren de una mesa redonda o debate que los acompañe.
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