Michael Fellows y Jason Alvarez finalmente se retractaron de sus declaraciones. Los dos fans de Madonna presentaron una denuncia contra la cantante en enero. La acusaron de llegar dos horas tarde a su concierto en el Barclays Center de Brooklyn, Nueva York, el 13 de diciembre. Este retraso constituyó, según ellos, una violación del contrato celebrado con ellos y publicidad engañosa. El caso fue desestimado por un juez de Nueva York después de que se retirara la denuncia, informa The Guardian.
Inicialmente, los demandantes indicaron que no habrían comprado entradas para su “Madonna: The Celebration Tour” si hubieran sabido que su actuación no comenzaría hasta las 22:30 horas. Dijeron que abandonaron el lugar a la 1 a.m., con opciones de “transporte público limitado”.
“Madonna suele subir al escenario mucho después del tiempo señalado”
Además, argumentaron que la madrugada les impedía dormir cuando debían “levantarse temprano para ir a trabajar y/o atender responsabilidades familiares del día siguiente”.
A través de su equipo legal, Madonna denunció una “campaña de acoso”, al tiempo que sostuvo que sus verdaderos fans sabían que ella siempre llegaba tarde a sus conciertos. “Si un fan está lo suficientemente familiarizado con la historia de los conciertos de Madonna como para saber que sus actuaciones duran dos horas y 15 minutos, seguramente sabrá que Madonna suele subir al escenario mucho después de la hora indicada en la entrada (después de un acto de apertura, un transición, etc.) y que juega hasta altas horas de la noche”, aclararon sus abogados en la solicitud de sobreseimiento.
Jeff Warshafsky, el abogado que representa a Madonna y Live Nation, escribió en una carta el miércoles que no había habido ningún acuerdo entre las partes. Ambas partes culparon del retraso a un problema técnico.
