Entregan Premio FAC 2024 al proyecto de cortometraje LA

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El proyecto seleccionado tiene como marco el cabaña rochefort, un lugar que los cineastas conocen y aman. Fue construido en 1934 en el macizo del Jura de Vaudois y pertenece a la sección La Dôle Nyon del Club Alpino Suizo. Está enclavado a 1.390 metros de altitud, entre grandes abetos. Los protagonistas son los invitados que se alojarán en esta cabaña durante el rodaje del próximo invierno.

Los cineastas – maya kosanacida en Ginebra en 1985 y de origen polaco, y Sergio Da Costa, nacido en Lausana en 1984 y de origen portugués, ambos obtuvieron su diploma de dirección en HEAD en 2010. Desde entonces, han rodado juntos cuatro cortometrajes y largometrajes documentales. Proyectados en festivales internacionales, ganaron numerosos premios y recibieron elogios de la crítica. Los realizadores presentaron varias películas en Visions du Réel, donde pretenden presentar LA CABANE en 2025.

Refugios de montaña, lugares de socialización y sobriedad

Los primeros refugios o cabañas de montaña aparecieron a finales del siglo XVIII, al mismo tiempo que se inventaba el montañismo y las primeras ascensiones. En origen, estas rudimentarias construcciones estaban destinadas a proteger a los montañeros del peligro. Abiertos hoy a un amplio público, los refugios aún encarnan los valores del montañismo como la ayuda mutua, el respeto y la transmisión. Los realizadores subrayan, en su nota de intenciones, el fuerte papel social de estos lugares, donde “los individuos son invitados a experimentar la convivencia”. Procedentes de orígenes diversos y reunidos en un contexto que favorece la vida sencilla y el compartir, forman una sociedad por una noche, intercambian, se muestran sin adornos y están unidos por una experiencia común única.

Los realizadores también señalan que este refugio implica caminar para llegar allí. Il permet de renouer avec la nature, en observant par exemple la nuit noire, sans pollution lumineuse, ou le réveil de la nature à l’aube : « l’être humain, vulnérable, fait ici partie d’un tout, sans en être el centro “. Volviendo a lo esencial, la vida en un refugio encarna un ideal de sencillez y sobriedad cuyo impacto energético es mínimo (en la cabaña de Rochefort, la electricidad se obtiene mediante paneles solares, la calefacción se realiza con leña y se recoge el agua de lluvia). Un modelo de vida inspirador ante los cambios climáticos que atravesamos.

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