Un ayuntamiento de Dordoña rechaza a un bar organizar un concierto tras una serie de quejas de los vecinos

Un ayuntamiento de Dordoña rechaza a un bar organizar un concierto tras una serie de quejas de los vecinos
Un ayuntamiento de Dordoña rechaza a un bar organizar un concierto tras una serie de quejas de los vecinos
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Debía actuar en el escenario Barablabla, en Montignac-Lascaux (Dordoña), este sábado 1 de junio a partir de las 21 horas. La cantante de blues Shanna Waterstown eventualmente tendrá que silenciar su voz y simplemente charlar con los clientes del establecimiento.

Domingo 23 de mayo, Jerô…

Debía actuar en el escenario Barablabla, en Montignac-Lascaux (Dordoña), este sábado 1 de junio a partir de las 21 horas. La cantante de blues Shanna Waterstown eventualmente tendrá que silenciar su voz y simplemente charlar con los clientes del establecimiento.

El domingo 23 de mayo, Jérôme Chanet, el director del bar, anunció en la página Facebook del bar que el ayuntamiento de Montignac-Lascaux no le había dado autorización para recibir a Shanna Waterstown y sus músicos en concierto.

Los clientes de Barablabla expresaron inmediatamente su decepción en las redes sociales, acusando al ayuntamiento de “querer amordazar la escena cultural de Montignacois”. Un puñado de creyentes incluso lanzó una petición en el sitio web change.org para denunciar la decisión del municipio e intentar revertir la situación. En vano.

Quejas de vecinos por ruido nocturno

Laurent Mathieu, alcalde de Montignac-Lascaux, se mantuvo firme en sus posiciones. “La decisión que tomé no es una sanción, sino una elección encaminada a no exponer más el colegio a dificultades”, desea aclarar el concejal. El miércoles 22 de mayo, con motivo del paso de la llama olímpica por las calles de la ciudad, el subprefecto de Sarlat sugirió que se podría imponer una sanción al bar, que es objeto de repetidas quejas de los vecinos durante la noche. ruido. El 7 de mayo, la gendarmería fue convocada por una pelea en la calle, lo que despertó una vez más la exasperación del barrio.

“La Barablabla no tiene nada que ver con este episodio”, defiende Jérôme Chanet, que también afirma respetar “las reglas de apertura y cierre”, lo que el alcalde no discute. “No tengo licencia de espectáculo profesional, pero de momento no hemos superado el número de conciertos autorizados al año, que son seis”, sostiene el gerente del bar, que sin embargo ha decidido no ir en contra de la decisión municipal. “Los artistas estarán con nosotros como estaba previsto, pero Shanna Waterstown no cantará, aunque suponga una pérdida económica para nosotros”, concluye Jérôme Chanet.

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