Kamel Daoud, escritor franco-argelino, ganó el lunes 4 de noviembre el Premio Goncourt por su novela huríesuna ficción poderosa y apasionante que se adentra en la Argelia de los años 90, en medio de su guerra civil, un período conocido como el “década negra” (1992-2002). La novela, publicada por Gallimard, presenta personajes que intentan sobrevivir en un país plagado de violencia extrema por enfrentamientos entre fuerzas estatales y grupos islamistas. Implícitamente, huríes cuestiona los traumas de una sociedad marcada por la represión, la manipulación ideológica y los tabúes que rodearon este período controvertido, que la ley argelina prohíbe discutir públicamente.
Gallimard reveló que las autoridades argelinas habían prohibido a la editorial participar en la próxima Feria del Libro de Argel, prevista del 6 al 16 de noviembre, probablemente debido al contenido de la novela. “Nos prohibieron venir, sin darnos un motivo”explicó un portavoz de Gallimard, precisando que esta exclusión se extiende a todas las editoriales del grupo Madrigall, en señal de solidaridad. Aunque las autoridades argelinas no han dado ninguna explicación oficial, esta censura demuestra la sensibilidad del tema y la represión ejercida contra quienes se atreven a resaltar la violencia y los abusos de este período.
A través de una prosa evocadora y a menudo inquietante, huríes También explora las tensiones de identidad, los dilemas morales y las luchas internas de los argelinos divididos entre las tradiciones y la modernidad. Kamel Daoud, al representar a individuos que buscan la libertad en un clima de opresión, ilustra la complejidad de las opciones impuestas por un régimen autoritario y las realidades de la guerra que, a pesar de los años, siguen rondando la memoria colectiva.
A pesar de este destierro, la novela ya circula clandestinamente en Argelia. “Mi libro se lee en Argelia porque está pirateado”confió Daoud en septiembre, precisando que provoca un debate incluso entre quienes no lo han leído. Esta difusión clandestina atestigua el interés y la sed de verdades históricas dentro de una población aún marcada por estos acontecimientos.
La Unión Nacional de Editoriales (SNE) de Francia expresó su apoyo a Gallimard, subrayando la importancia de la libre circulación de obras e ideas literarias entre Francia y Argelia, a pesar de los obstáculos. Este Goncourt es, pues, un reconocimiento rotundo a Kamel Daoud, pero también un recordatorio de los desafíos siempre presentes que plantea la libertad de expresión a los escritores que tratan temas delicados en Argelia.