Al igual que los impuestos sobre el juego de la Lotería del Patrimonio, que ha renunciado a pagar desde 2010, el Estado ofrece otro ingreso fiscal valioso en nombre de la conservación de los monumentos históricos: el de las propiedades no reclamadas. Una gran parte de los millones de euros no reclamados o rechazados por los herederos o los acreedores potenciales se utilizan para financiar proyectos de renovación. Mejor aún, estos ingresos aumentan de forma constante desde hace varios años. Las cantidades pagadas a la fundación aumentaron de 7,4 millones de euros en 2021 a 10 millones en 2023. Deberían alcanzar los 12 millones en 2024.
Este aumento es, en primer lugar, mecánico. Para que se declare oficialmente que el patrimonio ha sido heredado, primero se declara vacante. Esta situación afecta a las personas que han fallecido sin herederos conocidos. Sin embargo, el número de patrimonios vacantes aumenta constantemente. En 2023, ascendieron a 18.644 casos, es decir, entre el 2% y el 3% del total de patrimonios. Los procedimientos de heredar bienes siguen esta tendencia.
Casos en aumento
Sobre todo, la gestión de estos procedimientos largos y complejos por parte de la Dirección Nacional de Intervenciones sobre Bienes del Estado ha mejorado considerablemente. Los esfuerzos en materia de organización y de herramientas informáticas han agilizado el proceso. Los agentes encargados de estos expedientes sensibles parecen estar especialmente motivados cuando se trata de salvar edificios antiguos. Algunos incluso fueron invitados, en 2023, a visitar una obra de renovación por la Fundación Patrimonio.
En caso de liquidación de un patrimonio vacío, las sumas no reclamadas deben permanecer treinta años bajo la supervisión de la Caja de depósitos y consignaciones, a la espera de que aparezcan los herederos potenciales. Algunos casos atraen la atención de los equipos de gestión de patrimonios privados de personas fallecidas de la Dirección Nacional de Intervenciones del Estado, repartidos por todo el territorio. Estos pueden recurrir a un juez para que decida sobre la reversión sin esperar el plazo de treinta años. Las sumas pueden entonces liberarse y abonarse a la Fundación del patrimonio. Y si un heredero reclama sus derechos antes de las tres décadas, no se excluye un reembolso.
“Una gran parte de nuestra misión consiste en liquidar los activos inmobiliarios y muebles de fincas vacías. Solo en 2023, esto supuso 357 millones de euros, un incremento del 47% en cuatro años”.El director de la Dirección Nacional de Intervenciones sobre Bienes del Estado, Alain Caumeil, afirma que este aumento, como el de los patrimonios no reclamados, no ha escapado a Bercy. Hoy en día, el Estado conserva el 25% de los ingresos de estos patrimonios y sólo paga el 75% a la Fundación Patrimonio. En materia de finanzas públicas, nada está escrito en piedra.
