(Agencia Ecofin) – África está preparada para experimentar una aceleración de su crecimiento en 2025, según varias previsiones optimistas, incluida la de Brookings. Sin embargo, la situación sigue siendo frágil, entre elevadas deudas y vulnerabilidad climática, lo que nos recuerda que el camino hacia la recuperación está plagado de incertidumbres.
Se espera que el PIB de África crezca un 4,2% en 2025, dice Brookings Institution en la nueva edición de su informe Foresight Africa publicado esta semana. Esta previsión optimista sugiere una aceleración respecto a la tasa del 3,1% registrada en 2023 según el BAD, marcando así una notable recuperación tras un período marcado por presiones inflacionarias, dificultades para acceder a financiación o los efectos prolongados de la pandemia de Covid-19.
El think tank estadounidense explica que este crecimiento esperado debería estar impulsado por varios factores, entre ellos un aumento de la inversión en infraestructuras y la ampliación de las reformas económicas en varios países del continente. África también sigue beneficiándose de una demanda interna sostenida, impulsada por una rápida urbanización y una población joven en crecimiento. La implementación progresiva de la Zona de Libre Comercio Continental Africana (Zlecaf) también se presenta como capaz de ofrecer nuevas oportunidades económicas a los estados miembros, debido al papel central que desempeñará en la integración regional y el crecimiento del comercio intraafricano.
Por otro lado, los autores advierten de varios riesgos que podrían pesar sobre esta previsión. La deuda externa sigue siendo un desafío importante: casi la mitad de los países africanos están clasificados como en dificultades o en alto riesgo de dificultades financieras. Además, las condiciones climáticas extremas, como sequías e inundaciones, siguen amenazando la producción agrícola y la seguridad alimentaria en varias regiones.
Esta proyección de Brookings se suma a la de Moody’s, que también anunció un crecimiento del 4,2% para África subsahariana en 2025, frente a una estimación del 3,8% en 2024. Moody’s atribuye esta posible progresión a una mejora de las condiciones financieras. economías globales, un aumento de la inversión extranjera y la continuación de las reformas económicas. Sin embargo, la agencia de calificación advirtió que los costos de financiamiento seguirían siendo altos, particularmente debido al servicio de la deuda externa y la posible apreciación del dólar estadounidense, lo que podría limitar la capacidad de algunos países para mantener su ritmo de crecimiento. . El Banco Mundial, en una nota publicada en octubre de 2024, anticipó una aceleración del crecimiento hasta el 4% en 2025 y 2026, pero indicó que las perspectivas económicas de la región siguen siendo “inciertas”. “a pesar de la caída de la inflación global y la mejora de la actividad global”.
Cumplir estas predicciones para 2025 sería una buena noticia para África, pero que se materialicen dependerá de varios factores clave. Para garantizar un crecimiento sostenible será fundamental implementar reformas estructurales, una gestión prudente de la deuda pública y políticas destinadas a fortalecer la resiliencia a las crisis climáticas. Si se cumplen estas condiciones, África podría iniciar una fase más sólida de recuperación económica, ofreciendo nuevas oportunidades a sus poblaciones y a sus socios económicos internacionales.
Louis Nino Kansoun
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