El lanzamiento del lanzador pesado de la compañía de Jeff Bezos, que pretende competir con Space X y cuyo propulsor debe ser recuperado en una barcaza frente a la costa de Florida, fue cancelado en el último momento.
“Estamos interrumpiendo el intento de lanzamiento de hoy para resolver un problema del subsistema del vehículo que nos llevará más allá de nuestra ventana de lanzamiento. Estamos explorando posibilidades para nuestro próximo intento de lanzamiento”. Con estas pocas palabras, Blue Origin anunció la cancelación del lanzamiento inaugural, anunciado como muy pronto el 10 de enero y finalmente programado para el lunes 13 de enero a las 7 am (hora francesa), cuando el despegue de New Glenn era inminente.
Al momento de escribir este artículo, Blue Origin no había proporcionado más detalles sobre el problema en cuestión ni había anunciado una nueva ventana de disparo. Este aplazamiento se suma a otros, esta vez vinculados a las condiciones meteorológicas. Con 98 metros de altura, el lanzador pesado New Glenn debería permitir a Blue Origin entrar en la carrera por el lanzamiento de satélites comerciales, especialmente en órbita baja, un mercado dominado en gran medida por la constelación Starlink de Elon Musk, que ha sido dominada en gran medida por el mundo marítimo.
Entre los retos que asumió Blue Origin durante este lanzamiento inaugural desde Cabo Cañaveral (Florida) estuvo la recuperación del propulsor del cohete sobre una plataforma de aterrizaje (LPV), construido en el astillero Damen. de Mangalia (Rumanía), y finalizado en Brest. Fue entregada el 4 de septiembre de 2024 en Cabo Cañaveral, su puerto base.
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