Juraj Slafkovsky envía un sentido grito a la afición

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Juraj Slafkovsky, a menudo criticado por su aparente arrogancia, quiso abordar este tema directamente.

Admite que su comportamiento y algunas de sus declaraciones pasadas podrían haber sido mal interpretadas, pero insiste en que nunca busca faltarle el respeto.

“Sí, a veces me reía después de partidos en los que no era bueno. Pero no fue para insultar a nadie. Es una manera de lidiar con la presión.

A veces me río porque si no exploto por dentro. »

Desde que llegó a Montreal como primera selección del draft de 2022, Juraj Slafkovsky ha tenido altibajos.

En una inusual apertura sobre su trayectoria en el sitio web de la NHL, el delantero eslovaco compartió sus pensamientos sobre sus actuaciones, sus desafíos mentales y emocionales, así como la dinámica dentro del equipo.

Este sincero testimonio revela a un jugador en plena introspección, decidido a encontrar su lugar en un equipo que también atraviesa un período de transformación.

Para Slafkovsky, la coherencia sigue siendo su principal desafío. Tras ser criticado por sus actuaciones inconsistentes, el joven extremo admitió que todavía está luchando por mantener un nivel de juego estable.

“Puedo tener un buen partido, pero luego dos malos”. confió.

Si bien sus estadísticas no son catastróficas, aún no reflejan las altas expectativas puestas en él.

Con 22 puntos en 34 partidos, incluidos sólo 4 goles, Slafkovsky sabe que tiene que hacer más.

A pesar de todo, mantiene una actitud decididamente optimista. Las victorias del equipo le ayudan a poner las cosas en perspectiva y centrarse en el futuro.

“Cuando termina un partido no puedo cambiar nada. Tengo que mirar hacia adelante. »

Esta actitud, si bien es alentadora, también habla de la inmensa presión que sufre para rendir cada vez que aparece en el hielo.

Slafkovsky también habló sobre la marcha de su compañero y amigo Justin Barron, traspasado a los Nashville Predators. Esta transacción, que se produjo justo antes de Navidad, supuso un duro golpe para el joven delantero.

“Crecí en esta organización con Barron. Darme cuenta de que probablemente nunca volveré a jugar con él fue difícil. »

Sin embargo, se apresuró a resaltar el impacto positivo de la llegada de Alexandre Carrier, un defensa experimentado que aporta estabilidad inmediata al equipo.

Slafkovsky elogió a Lane Hutson, la joven sensación defensiva del canadiense. Reclutado en la posición 62 el mismo año que Slafkovsky, Hutson ya es visto como un pilar en ciernes para los Habs.

“Lane está cambiando la imagen de nuestro equipo. Sus pases, su visión, todo es excepcional. »

Slafkovsky no dudó en admitir que, en retrospectiva, Hutson merecía ser seleccionado en primer lugar en la general. y él en el 62.

Una confesión que ilustra la humildad y admiración que siente por su compañero.

A pesar de estos momentos de sinceridad, Slafkovsky sigue marcado por las críticas hacia él, en particular por su actitud percibida como arrogante.

Entre los rumores que rodean su vida personal, como sus salidas al Flyjin o sus risas consideradas inapropiadas tras actuaciones mediocres, parece consciente de la brecha entre su percepción pública y su verdadera personalidad.

También habló de su batalla contra la ansiedad, un tema que rara vez se trata en el mundo del hockey.

“Ser la primera opción conlleva grandes expectativas, pero eso no me define del todo. »

Al expresar estas emociones, Slafkovsky demuestra que no sólo es un jugador en desarrollo, sino también un joven que está aprendiendo a navegar en un mundo exigente y a menudo implacable.

Para Slafkovsky, los próximos meses serán decisivos. Sabe que debe traducir su aprendizaje en desempeño sobre el hielo.

La confianza de sus compañeros, combinada con el aliento de Martin St-Louis y las expectativas de Kent Hughes, constituye una mezcla compleja de oportunidades y presiones.

Con sólo 20 años, Slafkovsky se encuentra todavía en el comienzo de su camino. Pero en Montreal, una ciudad donde la paciencia es escasa y las expectativas inmensas, tendrá que demostrar que puede superar sus desafíos y afirmarse como un pilar de los Canadiens.

El camino será largo y arduo, pero Slafkovsky parece decidido a demostrar que merece su lugar en este equipo, en esta ciudad y, sobre todo, en el corazón de la afición.

Las palabras de Juraj Slafkovsky muestran a un joven jugador que se enfrenta a muchos retos, no sólo en el hielo, sino también mental y emocionalmente.

Aunque muestra cierta humildad y deseo de superación, sus comentarios revelan una evidente falta de confianza y dificultad para gestionar las expectativas puestas en él.

El hockey en Montreal es exigente y la presión constante de los medios, los aficionados e incluso la dirección puede llegar a ser abrumadora.

Slafkovsky, con sólo 20 años, todavía parece estar intentando descubrir cómo afrontar esta realidad. Sus chistes para restar importancia a sus actuaciones y sus risas ante sus fracasos sugieren que utiliza el humor como mecanismo de defensa.

Sin embargo, también puede reflejar un malestar más profundo.

En un contexto donde el apoyo mental se ha convertido en una herramienta clave para los deportistas, parece obvio que Slafkovsky se beneficiaría enormemente de la ayuda de un psicólogo deportivo.

Este apoyo le permitiría gestionar mejor la presión, mejorar su concentración y transformar su ansiedad en motivación.

Los Montreal Canadiens tienen todo el interés en invertir en el bienestar mental de sus jugadores jóvenes, especialmente cuando tienen esperanzas de reconstrucción.

Slafkovsky tiene el talento, pero ahora debe desarrollar la resiliencia mental para prosperar plenamente en un entorno tan exigente como Montreal.

Rápido, rápido un psicólogo.

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