A mitad de temporada, todavía es pronto para identificar un punto de inflexión en la larga maratón de 82 partidos del canadiense. Pero si lo piensas bien, ¿podría ser este el regreso de Patrik Laine al juego? ¿La llegada de Alexandre Carrier a la línea azul? ¿La patada en el trasero de la pandilla de Sidney Crosby en el Bell Center 12 días antes de Navidad?
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Bingo.
Al menos, en opinión de muchos en el vestuario de los Habs, el humillante bofetón propinado por los Penguins en casa por 9-2 obligó a los jugadores a mirarse al espejo, charlar, poner las cartas sobre la mesa, pasar página y escribir un nuevo capítulo de la campaña 2024-2025.
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La cuestión de volver a “la mezcla»…
charla privada
“Sí, fue una buena patada en el trasero”, dijo el capitán Nick Suzuki, sonriendo, y añadió que esta dura derrota había resonado como una pala en la frente.
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“Fue terrible”, añadió. Todos aprendimos mucho sobre nosotros mismos en este partido. Fue vergonzoso, especialmente jugando en casa”.
“Hablamos después. Teníamos que encontrar una manera de ser mejores y encontrar una manera de premiarnos. A en vez de do en nuestros partidos”, añadió el portero Samuel Montembeault.
Breve mirada retrospectiva a esta velada que sugirió una secuencia catastrófica. El canadiense se disfrazó de Papá Noel repartiendo un montón de regalos y multiplicando errores y fallos en defensa. Montembeault se fue a las duchas en el tercer tiempo tras permitir 6 goles en 14 tiros. Josh Anderson recibió dos penalizaciones y registró un diferencial de -3, al igual que Jayden Struble y Kaiden Guhle. De la A a la Z, sobre todo en el último tercio, nada funcionó.
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Los aficionados salen después del gol (PIT) de Anthony Beauvillier (LW) durante el tercer período del partido de hockey de la NHL entre los Pingüinos de Pittsburgh y los Montreal Canadiens en el Bell Center el jueves 12 de diciembre de 2024. – Foto Martin Chevalier
Despegue tras los Jets
Según Montembeault, la confianza de esta secuencia comenzó a construirse en Winnipeg en el siguiente partido. Los Habs se estaban comparando entonces con EL poder de la NHL.
“No queríamos jugar de la misma manera contra un gran club, de lo contrario también habríamos tenido otra volea allí”, dijo el portero que guardó la portería aquella noche en la derrota por 4-2.
“Jugamos un partido bueno y reñido y fue en el camino de regreso de Winnipeg cuando nuestra racha despegó. Tuvimos que hacer esfuerzos sólidos y constantes manteniendo las cosas simples”.
Desde entonces, la CH acumula un balance de ocho victorias y tres derrotas, habiendo cosechado grandes éxitos durante sus largos viajes de vacaciones.
“Este deshielo coincide con esta nueva confianza”, dijo el defensa Mike Matheson. Ponemos el contador a cero. ¡Es importante tener en cuenta que no necesitamos otro!