Salida de Italia, cuatro estados cruzados y dos contrarreloj, una de ellas por equipos: el recorrido de la Vuelta a España presentado el jueves en Madrid ofrece variaciones de su tradicional orgía montañesa con la esperanza de que acabe convenciendo a Tadej Pogacar para alinearse.
Sabíamos desde principios de diciembre que esta 90ª edición de la Vuelta partiría de la región italiana del Piamonte, que acogerá las tres primeras etapas en su totalidad a partir del 23 de agosto. Ya conocemos el resto del curso, presentado el jueves por la noche en el Palacio Municipal IFEMA de Madrid, y que tiene algunas originalidades.
Después de Italia, el pelotón hará una breve parada de un día en Francia, subiendo los puertos de Montgenèvre y Lautaret, conocidos por el Tour de Francia, antes de descender hacia Voiron, una ciudad de 20.000 habitantes en Isère, que se convertirá en la 15ª ciudad francesa de la historia que acoge una etapa de la Vuelta.
A continuación, los corredores subirán a un avión con destino a España -traslados cada vez más criticados por su huella de carbono- para competir al día siguiente en la quinta etapa, una contrarreloj por equipos de 20 kilómetros en Figueres, ciudad conocida por albergar el museo de Salvador Dalí. . Este espectacular ejercicio colectivo se ha vuelto raro en las grandes giras.
Al día siguiente llegará la primera gran etapa de montaña que llegará a Andorra, el cuarto estado por el que pasará la Vuelta en 2025.
Para su 90 aniversario, la Vuelta a España quiere “rendir homenaje a la tradición incluyendo algunos pasos que han marcado su historia”, como Morredero, Cerler o Valdezcaray, señala su director, Javier Guillén.
Las ascensiones más recientes, pero ya de culto, también forman parte del menú, incluido el terrorífico Angliru, una de las ascensiones más difíciles del mundo, que esperará a los corredores durante la 13ª etapa, la más larga de la edición de 2025.
En total, hay en el programa cinco etapas de alta montaña y seis de media montaña.
A falta de cuatro días, Valladolid, ciudad que acogió la llegada de la primera etapa de la primera Vuelta en 1935, acogerá una contrarreloj individual potencialmente decisiva. Sabiendo que para el día previo a la llegada definitiva a Madrid el 14 de septiembre está prevista una última etapa de montaña con subida a la Bola del Mundo.
Los organizadores esperan que esta ruta agrade a Tadej Pogacar. El esloveno, tercero en 2019 en su primera y única participación, dijo que esperaría a los recorridos de la Vuelta y el Giro de Italia, que se conocerán en enero, para decidir cuál de estas dos grandes vueltas competirá en 2025. al lado del imperdible Tour de Francia.
(afp)