Según la Gazzetta dello Sport y Sky Sport, la intervención tuvo lugar el martes por la mañana en el hospital Careggi de Florencia, donde el jugador italiano de 22 años se encuentra internado desde su infarto. “Se trata de un dispositivo provisional, que deja en unos meses la posibilidad de pasar a una versión definitiva o a un dispositivo más ligero”, precisa el diario deportivo italiano.
El 1 de diciembre, Bove se desplomó en el minuto 16 del partido entre la Fiorentina y el Inter de Milán. Después de que se detuviera el partido y los servicios de emergencia intervinieran en el campo ante los conmocionados compañeros y oponentes, fue ingresado en cuidados intensivos. Los exámenes permitieron descartar rápidamente “lesiones graves del sistema nervioso central y del sistema cardiorrespiratorio”.
Como Eriksen
Bove podría encontrarse en la situación del internacional danés Christian Eriksen, víctima de un paro cardíaco durante el primer partido de su equipo en la Eurocopa 2021. Tras una interrupción del desfibrilador, Eriksen pudo retomar su carrera ocho meses después, pero no con el Inter de Milán, el club con el que tenía contrato en el momento de su infarto.
En Italia, el desfibrilador es un dispositivo que supone una contraindicación para jugar al fútbol profesional. Pero este dispositivo está autorizado en otros campeonatos, como en Inglaterra, donde Eriksen se recuperó tras su despido, primero en el Brentford de enero a junio de 2022, luego en el Manchester United.
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