El Stade Rochelais consiguió el bono defensivo ante el Castres Olympique (28-24) durante la décima jornada del Top 14. Los Maritimes sufrieron un primer periodo complicado, dominado por un Castres eficaz y realista. Dos tries de Palis y Séguret permitieron a los locales ampliar diferencias.
Una oleada de La Rochelle en la segunda mitad
De espaldas a la pared, los jugadores de Ronan O’Gara mostraron una actitud completamente diferente al regresar del vestuario. El juego de los Rochelais se volvió más fluido y su agresividad en ataque dio sus frutos, con dos tries que reavivaron el suspense.
A pesar del dominio territorial en los últimos diez minutos, La Rochelle no pudo encontrar el fallo para arrebatarle la victoria. La defensa de Castres, bien situada, se mantuvo firme, privando a los Marítimos de una hazaña en tierras del Tarn. Y ello, mientras los locales disputaban varios minutos en inferioridad numérica.
Los amarillos y negros querrán compensarlo al día siguiente recibiendo al RC Vannes. Una oportunidad para retomar la senda de la victoria antes del parón. Mientras tanto, Castres se prepara para un peligroso viaje a Clermont, donde la confianza será una ventaja.
¿Jegou escapó del castigo?
Durante este encuentro, una acción del internacional francés Oscar Jegou obligó al organismo arbitral a utilizar vídeo. Estábamos jugando entonces el minuto 65 y los Rochelais ya estaban reducidos a 14 después de la roja de Alexsandre Kuntelia.
Portador del balón, la 3ª línea cargó contra la defensa y en particular contra Palis. Que luego quedó en el suelo. Visiblemente herido en la cara. Para algunos observadores, los Rochelais no pudieron escapar de la tarjeta amarilla o incluso roja.
Pero para el árbitro su acción no fue más que un simple penalti. Este último estimó que el codo de Jegou no estaba horizontal, sino “abajo“y que simplemente buscó”salir del jugador” oponerse. Por lo tanto, no se trataba de una acusación “principal”, es decir, una acusación codo hacia delante en la zona de la cabeza/cuello.
Una opinión compartida por nuestro árbitro local, Dédé Puildébut:
Estoy de acuerdo con el árbitro, tenemos que marcar la diferencia con el codo blandido aguas arriba. Aquí se utiliza el antebrazo para hacer retroceder al oponente sin peligro.