Sin duda, el buen tiempo no fue el único argumento de peso. “Es un país donde no pagamos impuestos, donde hay un ambiente seguro, donde todo está limpio, donde hay una excelente calidad de vida. Es muy fácil entrenar”, explica Thomas Detry.
Cómo influyó la crisis económica de 2008 en la elección del nombre del rascacielos más alto del mundo
El argumento fiscal es claramente limitado en lo que a él respecta, ya que por cada premio en metálico ganado se grava en la fuente. Por el dinero ganado en la gira por Estados Unidos, paga un impuesto del 37%. Por tanto, no entra en la categoría de evasores de impuestos. “Todo mi dinero es fácilmente rastreable. No tengo nada que ocultar”, nos dice. Según él, las autoridades de Dubai son mucho más cuidadosas que antes con el origen de los fondos. Él mismo tuvo que dar explicaciones sobre el dinero con el que se financió la compra de su apartamento.
La contrapartida de todas las ventajas de Dubái es que el coste de vida es “más alto, especialmente si quieres comodidad”. Pero eso no impide que Thomas Detry vea “sólo aspectos positivos en Dubai. El único punto negativo es el clima en verano.
