La rivalidad histórica entre los Marruecos y Argeliamanifestada en los niveles diplomático, económico y deportivo, continúa intensificándose. Los dos países del norte de África están en constante competencia para establecer su influencia regional, ya sea a través de sus posiciones divergentes sobre la cuestión de Sáhara occidentalsus estrategias energéticas opuestas o sus ambiciones de liderazgo continental. Esta feroz competencia ahora avanza hacia un nuevo terreno: alberga la sede de la Liga Africana de Fútbol, competición creada en 2022.
Un nuevo episodio de la rivalidad magrebí
El Marruecos y Argelia ambos presentaron su candidature para albergar la sede de la Liga Africana de Fútbol, reviviendo su tradicional rivalidad en el ámbito deportivo. Sudáfricaaliado de Argel en la escena continental, también presentó su candidatura, mientras que el Túnez optó por retirar a su candidato de las elecciones del Comité Ejecutivo de la CAF en favor de la Federación Argelina de Fútbol. Ante las distintas solicitudes, la Liga formó una comisión técnica encargada de evaluar sobre el terreno las infraestructuras propuestas por cada país.
El peso de la historia del deporte
La organización de grandes eventos deportivos constituye una cuestión estratégica para estas naciones rivales. La adjudicación de CAN 2025 en 2023 ilustra perfectamente esta dinámica competitiva. El expediente marroquí recibió entonces una evaluación claramente favorable por parte de la oficina alemana encargada de examinar las solicitudes. Esta victoria de Marruecos en la carrera por organizar la CAN 2025 todavía resuena en los pasillos de la diplomacia deportiva africana, mientras se avecina la decisión sobre la sede de la Liga.
Una batalla estratégica por la influencia regional
El establecimiento de la sede de la Liga Africana de Fútbol representa mucho más que una simple instalación administrativa. Para el Marruecos para Argeliaofrece una posición privilegiada en el centro de las decisiones estratégicas del fútbol continental y refuerza su influencia en la gobernanza deportiva africana. Este nuevo enfrentamiento entre Rabat y Argel refleja su determinación de ocupar una posición dominante en el fútbol africano. El resultado de esta competición podría redefinir el equilibrio de poder en el deporte continental, al tiempo que serviría como barómetro para medir la influencia respectiva de los dos rivales norteafricanos.
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