Dos miembros de una banda de hooligans argentinos fueron asesinados a tiros afuera del estadio del club Rosario Central el sábado por la noche, informaron medios locales. La prensa nombró como víctimas al líder de la barra brava de Rosario Central, Andrés “Pillin” Bracamonte, y a otro integrante del grupo, Daniel “Rana” Atardo.
Las barras bravas son organizaciones mafiosas vinculadas a muchos de los mejores clubes del país y dirigidas por seguidores acérrimos.
Bracamonte, a quien se le prohibió asistir a los partidos de Rosario por su historial de violencia, y Atardo habrían sido emboscados cerca del estadio Gigante de Arroyito, donde su club perdió 1-0 ante San Lorenzo el sábado, durante la jornada 22 del campeonato argentino.
Durante sus 25 años al frente de la barra brava de Rosario, Bracamonte fue objeto de alrededor de 30 intentos de asesinato, informaron los medios. El viernes compareció ante el tribunal por violencia de género, por la que el fiscal había solicitado dos años de prisión. Bracamonte también ha sido acusado en el pasado de extorsión, asociación delictuosa y lavado de dinero.
Las riñas entre aficionados son habituales en el fútbol argentino y han causado al menos 352 muertos desde la creación de la liga profesional a finales del siglo XIX, según la asociación Salvemos al Futbol.
