Fútbol de Argelia – Continúa el debate en torno al estadio que acogerá la final del Mundial de 2030, coorganizado por Marruecos, España y Portugal. Mientras la comisión tripartita se esfuerza por distribuir partidos y estadios entre los tres países, Marruecos hace todo lo posible para convencer a sus socios de que el nuevo estadio de Casablanca, con una capacidad de 115.000 asientos, es el lugar ideal para este evento global.
El reino cherifiano avanza a pasos agigantados en la carrera por albergar la final. Esta dinámica se ha intensificado recientemente, especialmente después de que la FIFA amenazara con retirar la organización del torneo a España debido a la ausencia de un presidente electo al frente de la Federación Española de Fútbol. Esta situación ha causado preocupación entre los medios de comunicación y los aficionados al deporte en España, que temen perder un gran evento deportivo a manos de Marruecos.
Por su parte, Portugal dejó claro que no estaba interesado en acoger los partidos inaugurales ni la final. Esto exacerbó la competencia entre Marruecos y España por el derecho a albergar el partido final del torneo. Además, la FIFA presionó a la Federación Española amenazando con retirar la organización del Mundial si no se elegía un nuevo presidente en los 20 días siguientes al anuncio.
Este delicado contexto para España ha llamado la atención de los medios españoles, incluido el diario *L’Opinion*, que informó que la FIFA y la UEFA se reunieron recientemente con la Real Federación Española de Fútbol y el Consejo Superior de Deportes para advertirles de la situación ilegal de la Federación Española, que lleva un tiempo sin presidente.
El director jurídico de la FIFA, Emilio García Silver, habría emitido un ultimátum a los funcionarios españoles. Ahora se enfrentan a dos opciones: organizar elecciones lo antes posible para nombrar un nuevo presidente de la Federación o afrontar medidas estrictas por parte de los órganos rectores del fútbol. Si no se elige ningún presidente, España corre el riesgo de perder la oportunidad de albergar la Copa del Mundo de 2030.
Es importante señalar que la actual crisis de la Federación Española tiene su origen en la suspensión de su expresidente, Pedro Rocha, por parte de la corte deportiva española el pasado mes de julio. Rocha fue suspendido por dos años y multado con 33.000 euros por haberse excedido en sus prerrogativas al destituir al exsecretario general de la Federación, Andrés Campos.
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