En los últimos tres meses, las acciones de la biotecnológica estadounidense, que fue una de las principales contribuyentes a la erradicación del Covid-19 con su vacuna de ARN mensajero (ARNm), han ganado casi un 40%. Es cierto que las buenas noticias van en aumento.
Moderna anunció el éxito de los resultados clínicos (provisionales) de fase III de su vacuna combinada contra la influenza y el Covid. Mostraron una respuesta inmune no inferior a la de las dos vacunas distintas. La empresa está negociando con las autoridades sanitarias para saber si estos datos son suficientes para presentar un expediente de registro. Unos días antes recibió luz verde de la FDA (autoridad sanitaria estadounidense) para mResvia, su vacuna de ARNm contra el virus respiratorio sincitial en pacientes mayores de 60 años. El producto de Moderna se enfrentará a la vacuna recombinante de GSK, pero su facilidad de uso (lista para usar) le da una ventaja sobre la vacuna de la competencia (a reconstituir). Se espera su lanzamiento en la segunda mitad del año. La empresa, que sufrió una pérdida neta de 1.200 millones de dólares (para unos ingresos de 167 millones) en el primer trimestre, confirmó su objetivo anual de 4.000 millones de facturación anual (gracias a la vacuna anti-Covid-19).
