Si bien no me viene a la mente ningún ejemplo reciente de una caída durante una celebración, los sprints masivos siguen siendo un momento peligroso en las carreras ciclistas, particularmente cuando un ciclista desacelera antes de la meta. El año pasado, una fuerte caída se produjo en la 13ª etapa del Tour de Francia, lo que impidió a Arnaud De Lie competir por la victoria. El francés Amaury Capiot había recortado su esfuerzo y Maxim Van Gils, compañero de equipo de De Lie, había intentado abrirse paso provocando la caída de varios corredores.
Multa de hasta 500 euros
En caso de incumplimiento de la norma, los corredores se enfrentarán a multas de hasta 500 euros, pérdida de puntos, descenso al último puesto de su grupo o incluso una tarjeta amarilla.
Otra novedad, la regla de los “tres kilómetros”, que permite a un corredor contar con el tiempo de ganador si se cae o sufre un problema mecánico en los últimos tres kilómetros de una carrera, se amplía a 5 kilómetros. Sin embargo, para que se aplique la regla, la caída debe involucrar a varios ciclistas.
En los últimos años, los ciclistas han pedido periódicamente a las autoridades y organizadores que tomen medidas para mejorar la seguridad dentro del pelotón. En una reciente entrevista con Sporza, Wout Van Aert abogó en particular por una limitación de las relaciones de transmisión. La temporada 2023/2024 estuvo marcada por fuertes caídas, incluida la impresionante que sufrieron Jonas Vingegaard y Remco Evenepoel durante la Vuelta al País Vasco.