El Dakar es una carrera implacable. Aunque todos los competidores tienen esta doctrina en mente, el rally-raid más grande del mundo es implacable, incluso entre los habituales del desierto y los especialistas en eventos.
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En esta primera parte de la etapa de 48 horas que incluye 967 kilómetros repartidos entre el domingo y el lunes, Carlos Sainz y Sébastien Loeb quizá ya hayan visto evaporarse sus esperanzas de victoria.
Titular del título, el piloto español volcó con su Ford Raptor. Ayudado por un compañero de equipo a poner de nuevo sobre ruedas el coche americano, Sainz se encuentra esta tarde a casi una hora del liderato de la carrera. Además, no podrá contar con la ayuda de su asistencia durante la noche para reparar su montura.
Aunque sea menos salado, la factura sigue siendo elevada para Sébastien Loeb y Fabian Lurquin. Hundido en las dunas al inicio de la especial, el Dacia Sandrider del dúo franco-belga se encontró con el fallo de sus tres ventiladores, provocando un sobrecalentamiento en el motor. Loeb pierde más de media hora en el asunto.
Porque delante el ritmo era constante. Al final de esta mitad de la etapa, el Toyota del dúo Yazeed Al Rajhi / Timo Gottschalk se sitúa en cabeza, con poco más de un minuto de ventaja sobre el Dacia de Nasser Al-Attiyah / Edouard Boulanger. Estos últimos, por el momento, se salvan de problemas de fiabilidad. El Toyota y el Dacia están algo menos de nueve minutos por delante del Ford de Mattias Ekström / Emil Bergkvist, colocando a tres fabricantes diferentes en las tres primeras posiciones.
Las 48 horas continuarán y finalizarán mañana con, sin duda, nuevas sorpresas, buenas o malas, esperando a los competidores.
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