El 23 de abril en Un si grand soleil (Francia 2, 20.45), tras la traición de Alain, Elisabeth sufre la de su pareja, Thaïs es testigo impotente de un conflicto familiar.
Al regresar de su turno, Alain (Frédéric Van Den Driessche) muestra signos de fatiga que preocupan a Janet (Tonya Kinzinger) y Clément (Yvon Back). Les informa que ha encontrado un apartamento y que pronto podrá mudarse allí. Elisabeth (Chrystelle Labaude) le pide a Berthier (Khalid Manssour) que escriba una ruptura convencional para Boris (Jules Bahloul) y le explica que padre e hijo no pueden trabajar juntos. Feliz por su reconciliación con Catherine (Smadi Wolfman), François (Jérémie Covillaud) la invita a cenar. Laurine (Léa Gillard) se sorprende por esta repentina bondad y pregunta a su padre si piensa reconciliarse rápidamente con Boris.
En el despacho de Claudine (Catherine Wilkening), Elisabeth casi se ahoga cuando se entera de que François ha nombrado a Catherine para el puesto de directora general adjunta. Decidida a no dejarse manipular así, lo amenaza con no quedarse ahí y se marcha. A solas con Claudine, a François se le reprocha no haber dicho nada sobre sus intenciones. La única respuesta que recibe es sarcasmo y mala fe. Janet decide llamar a Elisabeth para sugerirle que hable con Alain, que no se encuentra bien, pero después del día que acaba de pasar y de su inmensa tristeza, el consejo de Janet suena bastante mal. De su lado, François y Catherine disfrutan de su nueva alianza y coinciden en que es hora de abandonar el proceso de divorcio.
Arnaud se encierra en su ira.
Antes de que Philippe (Raphaël Almosni) se una a Florent (Fabrice Deville), Anne (Anaïs Gilbert) quiere asegurarse de que toma la decisión correcta respecto a la gestión de sus apartamentos. Teme que Arnaud (Paul Gomerieux) se sienta agraviado. El entendimiento nunca había sido tan tormentoso entre ellos. Una vez más, mientras Anne se acerca a su hijastro para aliviar las tensiones, él la acusa de querer que Philippe muera prematuramente para recibir la herencia.
Thaïs (Lila Guiraud) llega a casa de Philippe y se da cuenta de que aún no ha regresado. Encuentra a Arnaud en el jardín y le ofrece su ayuda mientras espera. Aprovecha para contarle todo lo malo que piensa de Anne. Más tarde, Thaïs hace compañía a Philippe, quien lamenta el ambiente nocivo que reina en su casa últimamente. Está convencido de que cuando regrese del fin de semana, Arnaud comprenderá los beneficios de esta escapada y se suavizará.
