Esta inversión debería utilizarse principalmente para desarrollar la experiencia del centro de Puurs, no sólo para los medicamentos de Novartis, sino también para el desarrollo de productos de otras empresas. Según ACV (CSC), la planta de producción de Puurs es desde hace tiempo “líder” en su sector, en particular gracias a Alcon, antigua filial de Novartis. La empresa, que se especializa en la fabricación de kits quirúrgicos para operaciones oculares, se escindió en 2019.
Sin embargo, “el sitio de Puurs debe adaptarse a los volúmenes decrecientes dentro de la cartera de productos de oftalmología, así como a la reducción de la eficacia causada por factores externos”, afirmó el portavoz de Novartis. “Estos factores conducen a mayores costos unitarios”.
Los sindicatos y la dirección ya iniciaron el miércoles la fase de información y consulta, de conformidad con la ley Renault sobre despidos colectivos.
“Estamos comprometidos a trabajar estrechamente con nuestros interlocutores sociales en un diálogo constructivo y transparente”, promete Novartis. “Mantendremos informados a nuestros empleados en cada paso del camino. Haremos todo lo que podamos para salvar algunos puestos de trabajo. También apoyaremos a nuestros empleados con su salud mental y bienestar durante este período de incertidumbre”.
Por parte de los sindicatos, los anuncios de recortes de empleos e inversiones generan sentimientos muy encontrados. La inversión es vista con buenos ojos, pero supone una carga para los trabajadores despedidos. “Cerca de 200 personas es una cifra significativa”, lamenta Paul Schoeters (ACV). “Aún no está del todo claro qué perfiles están involucrados, cuántos trabajadores o empleados están involucrados y en qué departamentos”.
En cuanto a la inversión, el dirigente sindical la ve como una señal positiva, sobre todo porque la gestión de la planta de Puurs es bastante reciente. Desde finales de noviembre, al frente de Novartis en Puurs está Wouter Keymeulen, ex director de la empresa biofarmacéutica Galápagos. “Será necesaria inversión para hacer frente a las caídas de volumen previstas”, subraya Paul Schoeters. “Queremos más producción aquí porque, en última instancia, todavía creen en el futuro de esta planta”.
Por su parte, Danny Absilis, del sindicato socialista ABVV, recuerda que el grupo Novartis es rentable, lo que hace que los despidos sean aún menos aceptables. Considerando que la dirección ha “perdido oportunidades en los últimos años”, tiene la intención de darle a la nueva dirección la oportunidad de hacer las cosas de manera diferente.
Alrededor de 1.160 personas trabajan para Novartis en las instalaciones de Puurs. En Bélgica, la empresa con sede en Basilea emplea a un total de 1.750 trabajadores.
