Debes ingresar al circuito temprano, cuando tu animal aún es joven y goza de buena salud.
¿Los franceses siguen enojados con la economía? Así lo confirma la encuesta de Fidanimo Ifop realizada en 2023 entre dueños de mascotas. El 55% de ellos estima en 16 el número de visitas al veterinario durante la vida de su mascota. ¿La realidad? 23 consultas de media para perros, 29 para gatos, según datos de Fidanimo. El 70% afirmó que el coste de tratar una rotura del ligamento cruzado en su mascota sería inferior a 700 euros. ¿La realidad? 929 euros de media, con picos de 1.300 en el 34% de los casos.
Podemos imaginar las consecuencias de esta subestimación crónica en la vida cotidiana de las familias. El 16% de los encuestados, revela la misma encuesta de Fidanimo Ifop, se estancarían y no buscarían atención médica. Pero el 42% seguiría incurriendo en el gasto, incluso si eso significara posponer las compras planificadas. “Los arbitrajes son obligatorios.describe Nicolas de Soubeyran, director de marketing de la corredora de seguros Ascentiel Groupe, de la que depende Fidanimo. Cada vez es más común sacrificar la bici navideña o el fin de semana largo”. Hagamos justicia a los dueños de mascotas que se pierden en los números: los precios parecen un matorral infranqueable. En salud humana, la Seguridad Social impone una nomenclatura precisa. En el veterinario nada de eso. Los precios pueden variar de una a dos veces de un profesional a otro, de una región a otra, de una raza a otra. Esta incertidumbre alimenta cierta ansiedad. “Los maestros se presionan cada vez más, confirms Nicolas de Soubeyran. Pero un animal asegurado estará mejor atendido. La prevención limita las intervenciones importantes”. En resumen, muchos argumentos militan a favor del seguro. Excepto que estos no están libres de defectos. En primer lugar, la mayoría no acepta como nuevo cliente a un animal que supere cierta edad o que ya padezca alguna patología. Por lo tanto, debes ingresar al circuito temprano, cuando tu animal aún es joven y goza de buena salud. Esto lleva a muchos años de contribuciones antes de finalmente beneficiarse de ellas. Otra observación es que los precios no están muy individualizados. Apenas dependen de la raza, el peso, etc. Mucho mejor para los propietarios de animales adquiridos por 2.000 o 3.000 euros. Tanto peor para los maestros cruzados, que tenían fama de ser más resistentes. ¿Podríamos imaginar el inicio de la personalización con, por qué no, un sistema bonus-malus? Técnicamente, las bases de datos y la inteligencia artificial lo permitirían. Psicológicamente, este es un tema explosivo. La opinión pública vería esto como el comienzo de una hiperliberalización del sector. Por tanto, los profesionales piensan mucho en ello, pero nunca hablan de ello. La experiencia americana te hace pensar. Los animales mayores son caros de asegurar y algunas empresas no dudan en reevaluar el importe de las pólizas en función de la salud del animal. O incluso interrumpir unilateralmente el contrato.
Otras soluciones
Por el momento, en Francia, el verdadero competidor de los seguros es el ahorro voluntario al que cada vez más propietarios se ven obligados. Una sencilla caja en la que depositan unos euros cada mes en previsión de posibles tiempos difíciles. Aurore Aguilera, gerente de la tienda de animales Canistar en Marsella, por ejemplo, puso fin al seguro que cubría a su matón americano. En cambio, ahorra 20 euros cada mes. “Me encuentro allí, pude financiar una operación urgente por 700 euros.”.
Para aquellos que temen no tener la voluntad de ahorrar por sí mismos, están apareciendo en el mercado soluciones de pooling. Penny Pet es la pionera. Una cuenta dedicada, financiada automáticamente por el dueño de la mascota, brinda acceso a una tarjeta bancaria y a varios beneficios exclusivos, incluido el reembolso en efectivo, que permite el reembolso inmediato del 4 al 15 % de las compras realizadas con muchas marcas importantes. Su fundador, Jacques Oloa, explica la génesis del sitio: “De los cien propietarios que entrevistamos, la mayoría juró que reservarían dinero para su mascota. Les volvimos a llamar dos años después: sólo el 30% lo había hecho.”. Su conclusión: “Necesitas amor por tu mascota, ¿vale? Pero también hay que ser prosaico y respetar el presupuesto.”.
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