Ucrania afirmó el martes haber llevado a cabo durante la noche el ataque “más masivo” de la guerra contra instalaciones militares e industriales en varias regiones de Rusia, utilizando, según Moscú, misiles occidentales.
Las fuerzas ucranianas han aumentado los ataques aéreos en los últimos meses contra depósitos de combustible, refinerías y sitios militares en Rusia para obstaculizar la logística de las fuerzas rusas que luchan en territorio ucraniano.
El ataque del martes tuvo como objetivo, en particular, la República de Tartaristán y la región de Saratov, en el Volga, así como la región fronteriza de Bryansk y la de Tula, cerca de Moscú.
“Las fuerzas de defensa ucranianas llevaron a cabo los ataques más masivos contra objetivos militares (…) a una distancia de entre 200 y 1.100 kilómetros de profundidad en Rusia”, saludó el Estado Mayor ucraniano.
Según esta fuente, los ataques alcanzaron “con éxito” un depósito de petróleo en Engels, que ya había sido atacado el 8 de enero, provocando un incendio que duró cinco días y en el que murieron dos bomberos rusos.
Otro objetivo: la planta química de Seltso, en la región de Briansk, que según Kiev produce componentes para artillería, lanzacohetes múltiples, aviación y misiles.
Se trata de una “instalación estratégica del complejo militar-industrial ruso”, afirmó el Estado Mayor ucraniano.
Según el Ministerio de Defensa ruso, este ataque ucraniano se llevó a cabo utilizando seis misiles ATACMS estadounidenses y seis misiles Storm Shadow británicos. Aseguró que todos los proyectiles fueron derribados sin causar víctimas.
Refinerías y fábricas
“Los misiles impactaron directamente en el lugar” y provocaron “un gran incendio”, aseguró una fuente del servicio de seguridad ucraniano (SBU).
También citó ataques a una planta química en la región de Tula, un depósito de municiones en un aeródromo de Engels en la región de Saratov y una refinería de petróleo en la misma región.
Rusia ha prometido una respuesta sistemática a cualquier ataque occidental con misiles en su territorio y ha amenazado con atacar el centro de Kiev o incluso utilizar su nuevo misil hipersónico experimental Orechnik.
Las autoridades locales rusas también informaron de un ataque ucraniano en los suburbios de Kazán, capital de Tartaristán, donde “un tanque de gas se incendió (…) tras un ataque con drones”, indicó en Telegram el gobierno local, asegurando que “nadie resultó herido”.
En la región de Saratov, situada a unos 700 kilómetros al sureste de Moscú, “dos empresas industriales resultaron dañadas” tras un “ataque masivo con drones”, escribió en Telegram el gobernador regional Roman Boussargin.
Este ataque provocó un incendio en una empresa de Engels, indicó, sin precisar la naturaleza de los daños causados a la segunda empresa afectada, situada en Saratov.
Un funcionario ucraniano, Andriï Kovalenko, jefe del centro de lucha contra la desinformación, un organismo gubernamental de comunicación, se burló en Telegram de las “deficiencias del sistema de defensa aérea ruso”.
“Refinerías de petróleo, depósitos de petróleo, fábricas que producen componentes de armas, tantos elementos sin los cuales el ejército ruso no podrá luchar intensamente”, aseguró.
empuje ruso
Según él, la huelga en Kazán “dañó” la fábrica de Orgsintez, una de las mayores empresas de la industria química en Rusia.
Kovalenko aseguró que se trata de una “instalación estratégica de importancia directa para el complejo militar-industrial ruso”.
Kiev y Moscú han intensificado sus ataques en los últimos meses y quieren reforzar sus posiciones antes de que Donald Trump regrese a la Casa Blanca el próximo lunes, después de que el presidente electo estadounidense haya dicho que quiere trabajar para detener la guerra tan pronto como asuma el cargo.
Sobre el terreno, las fuerzas rusas continúan su avance, reivindicando la captura de dos pueblos en el este de Ucrania: Terny y Neskoutchné, que habían sido liberados por las tropas ucranianas de una primera ocupación rusa en octubre de 2022 y junio respectivamente. 2023.
Por el lado ucraniano, el ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, llegó el martes por la mañana a Kiev, donde discutirá la continuidad del apoyo militar a Ucrania.
Alemania es el segundo mayor proveedor de ayuda militar a Ucrania, detrás de Estados Unidos, pero la escala y la naturaleza de este apoyo son objeto de muchas evasivas.
Con AFP