Valorada en 9 millones de dólares (unos 8,8 millones de euros), esta villa pertenece a David Steiner, un jubilado de 64 años, casado y padre de tres hijos, que hizo su fortuna en la gestión de residuos. El hombre vive en Texas y no se encontraba en Los Ángeles en el momento de los incendios.
Su casa secundaria de tres pisos fue diseñada para resistir terremotos, con cimientos sólidos, hundidos hasta 15 metros de profundidad en el suelo, compuestos de lecho de roca. Esto también le permite resistir el embate de las olas en la costa.
Las paredes están hechas de estuco (una mezcla de cemento, arena, cal y agua, aplicada sobre una base de mampostería de hormigón) y piedra. También cuenta con un techo ignífugo, especialmente diseñado para resistir la propagación del fuego.
“Es un milagro”
Entrevistado por el “New York Post”, David Steiner no esperaba que su propiedad permaneciera intacta al ver las imágenes del incendio que asolaba el barrio. “Para ser completamente honesto, nunca pensé que un incendio forestal se extendería a la autopista de la Costa del Pacífico”, admite. “No pensé que si había un incendio, sería lo último que quedaría en pie. […] Es un milagro”, continúa.
David Steiner explica que este drama “no fue un muy buen momento para él”. Pero frente a su buena suerte, esto sigue siendo sólo material. “Puedo reemplazarla. No es una persona. » Aún perdió sus pertenencias en el interior, pues sólo la estructura resistió las llamas. “Yo perdí una propiedad, pero otros perdieron su casa familiar con todos sus recuerdos”, dice.
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