Cada año en Francia, 175.000 personas y 1,2 millones de edificios se ven afectados por inundaciones por escorrentía, según el Fondo Central de Reaseguro (CCR). El fenómeno debería experimentar “un aumento significativo” de aquí a 2050 y “en gran parte del territorio”, estima la institución pública. “El riesgo de este tipo de inundaciones está aumentando con el agravamiento del fenómeno de las lluvias intensas y la extensión de la urbanización y la impermeabilización de los suelos”, confirma el Centro Europeo para la Prevención del Riesgo de Inundaciones (Cepri). La escorrentía es el agua de lluvia que no se infiltra en el suelo, o no lo suficiente, y que no es atendida por dispositivos específicos, como desagües y redes de agua. El resultado es erosión del suelo, deslizamientos de tierra, deslizamientos de tierra, inundaciones por acumulación o desbordamiento de cursos de agua. Suelen ser rápidos, violentos y muy localizados, incluso en lugares alejados de los cursos de agua, lo que hace difícil anticiparlos.
¿La solución? Modelado. Todavía tiene que ser preciso y rápido. Esto es lo que ofrece la joven empresa Bluemapping, creada en noviembre de 2022 por Alexandre Bredimas, ya al frente del grupo Strane Innovation, interesado en la transformación de residuos y la reutilización de agua no convencional. “Tenemos que modelar cientos de kilómetros cuadrados con una malla muy fina en muy poco tiempo. Sin embargo, el software existente no es capaz de hacer esto”, explica el presidente de Bluemapping. Sin embargo, herramientas no faltan: WaterSed (Oficina de Investigación Geológica y Minera [BRGM]), ExZeco (Cerema), IRIP (Inrae)… “Pero son estáticos y sólo tienen en cuenta la topografía”, lamenta Alexandre Bredimas.
Mallas cuadradas. Bluemapping ofrece una representación del territorio en forma de una cuadrícula de píxeles de malla cuadrada de uno o dos metros de lado basada en datos del BRGM y del Instituto Nacional de Información Geográfica y Forestal (IGN). Añade la topografía, el uso del suelo –porque la infiltración del agua de lluvia no es la misma según caiga sobre una pradera, un bosque o una superficie impermeable–, las infraestructuras hidráulicas, la pedología del subsuelo. -suelo y en particular su capacidad de retener agua y por supuesto, la lluvia. Luego, un algoritmo evalúa cómo se distribuirá el agua de escorrentía en función de estos parámetros. “Gracias a la informática de alto rendimiento de Nvidia, podemos modelar escorrentías de entre 100 y 200 km2 en 30 a 45 minutos, frente a varios días con otros software”, subraya el presidente de Bluemapping. Esto nos permite indicar qué volumen de agua llegará a dónde y así salvar vidas y limitar los daños. » Durante 2025, la compañía espera añadir información satelital a los elementos que ya tiene y, gracias a un sistema de codificación que captura datos continuamente, actualizar sus simulaciones en tiempo real. En última instancia, la puesta en marcha tiene como objetivo crear un gemelo digital del territorio, que permita una gestión precisa de los riesgos de inundaciones a escala nacional. Bluemapping está recaudando actualmente 1 millón de euros para contratar y acelerar en Francia antes de iniciar una segunda campaña que debería permitirle lanzarse a nivel internacional.