El presidente de la República de Mali, Assimi Goïta, se muestra intratable y confisca tres toneladas de oro de esta potencia mundial.
De hecho, Bamako se apoderó de tres toneladas de oro de la empresa minera canadiense Barrick en el marco de un litigio sobre el reparto de los ingresos entre el Estado y la empresa.
Valorada en 260 millones de dólares canadienses, la incautación se produce tras una carta de advertencia enviada a la empresa a principios de este mes por el gobierno de Malí.
La empresa de esta potencia mundial confirmó a varios medios de comunicación, incluida la AFP, que efectivamente el gobierno de Mali presidido por Assimi Goïta había incautado y transportado a la capital, Bamako, tres toneladas de oro.
Por lo tanto, esto significa que el conflicto sobre los ingresos adeudados al Estado maliense está aumentando.
El país ha estado lidiando con problemas de violencia, pobreza y hambre durante varios años, y el gobierno está presionando a las empresas mineras extranjeras para que consoliden sus ingresos.
El pasado mes de diciembre se emitió una orden de arresto contra el director general de Barrick, Mark Bristow, por blanqueo de dinero, sin aportar pruebas, después de que el Gobierno de Malí ya hubiera detenido a cuatro altos directivos de la empresa minera en relación con este conflicto.
Estas personas todavía están detenidas.
En este contexto, la empresa ofreció pagar 535 millones de dólares canadienses con la esperanza de resolver el asunto.
Todo esto se produce pocas semanas después del arresto por parte de las autoridades malienses del director general y de dos empleados de otra empresa minera, la Australian Resolute Mining.
En este caso, la empresa tuvo que pagar 115 millones de dólares al gobierno de Malí y prometer pagar 115 millones de dólares adicionales en los próximos meses para que estas personas fueran liberadas.
Según varios medios internacionales, Assimi Goïta está incurriendo en una peligrosa rivalidad que está empañando la imagen del país en la escena mundial.