A pesar de la estabilización de los costes de los materiales, la escasez de mano de obra, estimada en más de 90.000 trabajadores, sigue aumentando el gasto en construcción. Esta tendencia alcista sostenida ha hecho que los precios de la vivienda se dupliquen con creces desde 2015.
Entre 2015 y 2023, el aumento acumulado de los precios de la vivienda alcanzó el 105,8%. El valor promedio de las valoraciones bancarias en los primeros 10 meses de este año aumentó un 11% en comparación con el mismo período del año pasado. La inversión extranjera en el sector inmobiliario superó los 2.500 millones de euros en 2024, mientras que la migración neta añadió más de 155.000 personas el año anterior, lo que impulsó aún más la demanda.
La oferta sigue siendo limitada: solo se permitirán 28.000 nuevas viviendas en 2024, un número insuficiente para compensar la creciente demanda. Los tipos de interés más bajos y las iniciativas gubernamentales, como las exenciones fiscales para los compradores jóvenes, han impulsado aún más la demanda, pero los retrasos en las aprobaciones administrativas y en programas como el Plan de Recuperación y Resiliencia (PRR) han exacerbado la crisis de oferta.
El programa Build Portugal, lanzado recientemente, tiene como objetivo abordar estas cuestiones mediante incentivos fiscales, reformas de planificación urbana y apoyo a la vivienda asequible. El presupuesto estatal para 2025 prevé 2.800 millones de euros adicionales para acelerar la construcción y renovación de viviendas sociales, con un objetivo de 59.000 viviendas para 2030. Sin embargo, los analistas advierten de que el impacto de estas medidas sólo se sentirá a medio plazo, dejando desafíos inmediatos sin abordar.
Según las proyecciones, los precios de la vivienda en Portugal seguirán aumentando a pesar de la estabilización de los tipos de interés. El futuro del mercado inmobiliario dependerá de la implementación efectiva de políticas del lado de la oferta, particularmente aquellas centradas en viviendas asequibles. Las estrategias de planificación urbana y la gestión eficaz de los recursos públicos y privados serán fundamentales para satisfacer las necesidades de la población y garantizar la sostenibilidad del mercado.
Los enfoques innovadores, como la construcción modular e industrializada, se consideran soluciones prometedoras para reducir costos y estabilizar los precios. Aún así, la escasez de mano de obra y los obstáculos burocráticos siguen siendo riesgos a corto plazo que podrían obstaculizar el progreso.
Fortalecer las políticas públicas de vivienda e invertir en innovación podría sentar las bases para un mercado más equilibrado en el futuro. En última instancia, el éxito dependerá de que las estrategias se traduzcan en resultados tangibles, garantizando que la vivienda sea más accesible para un segmento más amplio de la población. Los ajustes en curso en el mercado inmobiliario subrayan la urgencia de reformas estructurales para abordar eficazmente los desafíos de accesibilidad y oferta.
Paulo Lopes es un ciudadano portugués con múltiples talentos que realizó su Maestría en Economía en Suiza y estudió derecho en Lusófona en Lisboa – CEO de Casaiberia en Lisboa y Algarve.
Paulo López