Abundan los residuos electrónicos. Son cada vez más numerosos y representan un problema medioambiental, pero también un recurso. En Estados Unidos, investigadores de la Universidad de Cornell han desarrollado un método para recuperar oro de dispositivos electrónicos desechados y reutilizarlo, reduciendo así las emisiones de gases de efecto invernadero.
Según los expertos, una tonelada de residuos electrónicos contiene al menos diez veces más oro que una tonelada de mineral de oro tradicional. Sin embargo, la extracción de estos metales ha requerido históricamente el uso de productos químicos nocivos para el medio ambiente, como el cianuro. Por eso este nuevo método merece atención.
Una alternativa más verde
El nuevo enfoque para la extracción de oro no utiliza productos químicos peligrosos, sino materiales avanzados conocidos como estructuras orgánicas unidas con vinilo covalente (VCOF). Los investigadores lograron así capturar selectivamente el 99,9% del oro contenido en los circuitos impresos de dispositivos electrónicos desechados, evitando incluso la contaminación con otros metales como el níquel o el cobre.
El beneficio para el medio ambiente es doble: no sólo se reducen las emisiones de CO2, sino que una vez que se extrae el oro, los VCOF permiten que el metal precioso recuperado sirva como catalizador en la conversión de dióxido de carbono (CO2) en productos químicos orgánicos útiles.
Una economía circular sostenible
Transformar dispositivos desechados en recursos valiosos significa avanzar hacia una economía circular sostenible. Pero para lograrlo no basta con la investigación. A medida que los investigadores continúan trabajando y desarrollando soluciones innovadoras como esta, se necesita una intervención política de apoyo.
Se necesitan fondos e inversiones para crear conciencia sobre la importancia del reciclaje de dispositivos electrónicos. ¿Será 2025 un año decisivo en este sentido?