El mercado del cacao de Costa de Marfil se encuentra actualmente bajo presión ya que los precios han aumentado espectacularmente desde principios de noviembre. Los operadores están preocupados y se preguntan si la oferta de frijoles será suficiente para satisfacer la creciente demanda. Esta dinámica, alimentada por una mayor tensión, pone de relieve importantes problemas para Costa de Marfil, el principal proveedor mundial de granos de cacao.
Una temporada de cosecha incierta
Los agentes del mercado esperan que la actual campaña sea mejor que la anterior, marcada por un importante descenso de la cosecha, estimada en alrededor de una cuarta parte de la producción habitual. Sin embargo, persiste la incertidumbre, y esta preocupación es aún más palpable dado que los precios mundiales del cacao han aumentado dramáticamente. El viernes 3 de enero, la tonelada de cacao para entrega en marzo cotizaba a más de 11.081 dólares en la Bolsa de Nueva York, cifra que alimenta las especulaciones sobre la evolución futura del mercado y refuerza la incertidumbre sobre las previsiones de cosecha.
Fugas y aumentos ilegales de precios en la frontera
El mercado del cacao de Costa de Marfil se enfrenta a un fenómeno preocupante: un fuerte aumento de los precios en la frontera con Guinea. Mientras que el kilo de judías se compra al productor a un precio fijo de 1.800 FCFA, una vez cruzado la frontera se vende a precios de entre 4.000 y 5.000 FCFA. Aunque estas cifras no están confirmadas oficialmente, hay rumores de que se han comercializado ilegalmente 50.000 toneladas en los últimos tres meses. Esta práctica, aunque antigua, está adquiriendo una nueva dimensión, incrementándose considerablemente los márgenes conseguidos debido al aumento de los precios.
Un exportador marfileño explicó que esta situación era “más preocupante que el año pasado”. Destaca que este fraude tiene un impacto directo en los volúmenes disponibles para la compra. Cada kilo de cacao que sale del país sin ser contabilizado en los canales oficiales reduce la cantidad disponible para los compradores legales, lo que alimenta la presión sobre las existencias y hace subir los precios.
El impacto de los intermediarios y las primas en los precios
Los intermediarios también juegan un papel central en esta presión sobre los precios. Si los exportadores se quejan es porque se ven obligados a ajustar significativamente sus primas. De hecho, en lugar de pagar una prima de 100 FCFA por kilo a sus intermediarios, ahora tienen que pagar primas dos o tres veces superiores. Esta situación es tanto más crítica cuanto que la producción de cacao debería naturalmente disminuir en enero y febrero, período durante el cual la demanda sigue siendo alta. Además, los peligros climáticos complican la situación y corren el riesgo de aumentar aún más esta presión sobre las poblaciones.
Desafíos relacionados con la financiación bancaria
Otra dificultad importante que enfrentan los exportadores e industriales de Costa de Marfil es la falta de apoyo de los bancos locales. En un año, los precios del cacao pagados a los productores prácticamente se han duplicado, pero, según un representante de una multinacional que opera en el mercado marfileño, “ningún banco local ha adaptado su financiación a este aumento”. Esta falta de adaptación del financiamiento bancario coloca a los exportadores en una posición difícil, porque, debido a la falta de capital de trabajo suficiente, algunos se ven obligados a recurrir a otras fuentes de financiamiento. Esto les crea un riesgo importante: el de ver que se les escapan volúmenes de cacao por no poder financiar la compra a su debido tiempo.
Una situación tensa pero llena de desafíos para el futuro del mercado marfileño
El mercado del cacao en Costa de Marfil atraviesa un período de turbulencia, con precios disparados y desafíos estructurales que amenazan el equilibrio del sector. Si bien los exportadores y productores deben sortear la presión de los precios, la falta de financiación y las prácticas de fraude, la situación exige ajustes en las políticas públicas y bancarias para apoyar al sector de una manera más estable. Si Costa de Marfil quiere seguir desempeñando un papel importante en el mercado mundial del cacao, será necesario gestionar estas tensiones y adaptarse a un entorno económico y climático cada vez más complejo.
Moctar FICUU / VivAfrik