En Marruecos, la gendarmería real desmanteló una clínica psiquiátrica clandestina situada en la región de Marrakech, donde se encontraban recluidas 19 personas en condiciones espantosas. Estos individuos, que padecían enfermedades mentales o adicciones, habían sido enviados por sus familias con el pretexto de recibir atención, pero se encontraron secuestrados en una finca aislada, sin atención médica ni seguimiento terapéutico.
El caso pone de relieve un oscuro fenómeno de trata de personas y negligencia en la atención psiquiátrica. Las víctimas, a veces detenidas durante más de dos años, fueron mantenidas sin ningún tipo de atención adaptada a su condición. Según los informes iniciales, estas personas fueron enviadas por sus familiares, creyendo que recibirían tratamiento en un centro médico. Pero, en cambio, fueron encerrados en condiciones inhumanas, sin acceso a seguimiento médico o psicológico.
19 personas trasladadas a un hospital
La intervención de las autoridades permitió la liberación de las 19 personas, quienes fueron trasladadas de inmediato a un hospital psiquiátrico para recibir la atención necesaria. Este desmantelamiento provocó una fuerte reacción de la sociedad civil, que ahora exige que se arroje toda la luz sobre este asunto. Abdelaziz Jbilou, vicepresidente de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) para la región de Marrakech, expresó su indignación.
“Es doloroso ver las condiciones inhumanas en las que vivían las personas secuestradas”, afirmó. Según él, este caso podría reflejar una red organizada de trata de personas, alimentada por prácticas delictivas que involucran a personas con múltiples responsabilidades. La AMDH rápidamente destacó la posibilidad de una red organizada de trata de personas, con familias engañadas con promesas de cuidado de sus seres queridos. Según Jbilou, “estamos seguros de que existe un grupo especializado en este tráfico”.
Red criminal sospechosa detrás de estos abusos
Los investigadores arrestaron a seis sospechosos, entre ellos el dueño de la granja, su hijo y una enfermera que supuestamente desempeñó un papel clave al actuar como intermediario entre las familias y el centro. Esto último, según las autoridades, habría permitido el traslado de personas a esta clínica ilegal, reforzando las sospechas de prácticas delictivas. Las autoridades marroquíes han abierto una investigación sobre trata de personas, tortura y trabajos forzados.
La magnitud de este caso plantea interrogantes sobre los mecanismos de control y regulación de las instituciones responsables de la salud mental, pero también sobre la existencia de otros establecimientos similares, lo que podría complicar aún más el caso. Por lo tanto, la AMDH pidió a las autoridades continuar la investigación para identificar posibles estructuras similares y garantizar que otras víctimas no sean secuestradas en condiciones similares.
Oscuro precedente en Bouya Omar
El asunto El Kelaâ des Sraghnas no es el primero de este tipo que sacude al país. De hecho, hace una década, estalló otro caso infame en la región de Marrakech, en Bouya Omar. Este sitio era un santuario donde también se mantenía cautivas a personas con enfermedades mentales, en condiciones igualmente espantosas, antes de ser desmanteladas por las autoridades.
Este caso provocó una ola de indignación en Marruecos y en todo el mundo, debido a la inhumanidad de las condiciones de detención y la falta de asistencia a estas personas vulnerables. Lamentablemente, la repetición de estos casos demuestra que persisten deficiencias en el sistema de atención a los enfermos mentales en Marruecos.
Gestión de la salud mental en Marruecos
Marruecos tiene un número insuficiente de establecimientos asistenciales adaptados y bien regulados para tratar a los enfermos mentales. Además, los problemas de estigma y falta de recursos para estos pacientes complican aún más la situación. Las víctimas de la clínica ilegal de Marrakech son sólo una parte de la realidad de personas que sufren y que no siempre tienen acceso a una atención adecuada.