La noche del viernes 27 al sábado 28 de diciembre, un incendio destruyó completamente la guardería instalada debajo del ayuntamiento del pueblo. Este último y los chalets circundantes no sufrieron ningún daño gracias a la intervención de los bomberos, alertados por un automovilista.
“Un trabajo extraordinario”
El belén, instalado allí cada Navidad desde hace unos veinte años, era “una obra de trampantojo notable, diseñada por un artesano local”, explica Jérôme Peyrat, el alcalde, en Facebook. Tradicionalmente lo montaban voluntarios, con la ayuda de agentes municipales.
El municipio indica que presentará una denuncia y sospecha “un acto voluntario”, debido a “el frío, las heladas, la humedad, la ausencia de velas o sistema eléctrico”. Sin embargo, es imposible confirmar esto en este momento. “Varios vehículos pasaron por delante del mercado hasta la una de la madrugada y sus conductores no vieron nada”, añadió el alcalde, contactado por teléfono al día siguiente de la catástrofe. “Eran paneles de madera, rodeados de paja y colocados sobre paletas. El fuego sólo pudo prender bien”, testifica.