Después de dos años de conflicto con Rusia, los drones ucranianos han grabado millones de horas de vídeo. Estos datos resultan útiles para entrenar la inteligencia artificial.
2 millones de horas de imágenes como base de aprendizaje. En un artículo de Reuters nos enteramos de que el ejército ucraniano puede contar con una gigantesca base de datos filmada por sus drones para alimentar su inteligencia artificial.
En el conflicto entre Ucrania y Rusia, la IA se ha convertido en una tecnología esencial utilizada por ambas partes. Se utiliza en particular para identificar al enemigo a través de una cámara (aérea o terrestre), pero también podría controlar equipos militares automatizados.
“Alimento para la IA”
Gracias a OCHI, un software desarrollado por el ucraniano Oleksandr Dmitriev, se recopilan y analizan todos los datos filmados en el campo de batalla. Estos vídeos proceden de más de 15.000 drones desplegados en el frente, lo que representa tras dos años de guerra más de 2 millones de horas de imágenes (o algo más de 228 años y 56 días de imágenes). Por día, esto representa hasta 6 TB de datos, lo que equivale a la memoria de unos cincuenta teléfonos inteligentes.
Entrevistado por Reuters, Oleksandr Dmitriev explica que OCHI fue diseñado originalmente para que los militares tuvieran una visión general de las cámaras equipadas en los drones de seguimiento. Entonces surgió la idea de utilizar este dispositivo para recopilar datos en el campo.
Oleksandr Dmitriev describe esta inmensa cantidad de información como “alimento para la IA”. OCHI podría potenciar notablemente los modelos de IA introduciéndolos en tácticas de combate, detectando objetivos y evaluando la eficacia de los sistemas de armas.
Drones que automatizan
Hay que decir que la inteligencia artificial juega un papel importante en el conflicto. Hoy en día, es particularmente útil para identificar objetivos enemigos potenciales a través de una cámara a bordo de un dron. El único problema es que la IA necesita una inmensa cantidad de datos para entrenar sus algoritmos y así volverse más confiable, especialmente si sus aplicaciones son militares.
“Los humanos pueden identificar intuitivamente lo que ven, lo que las máquinas no pueden. Deben estar entrenados para reconocer lo que es o no es una carretera, un obstáculo natural o una emboscada”, dijo a Reuters el estadounidense Samuel Bendett, experto en defensa y tecnologías rusas.
El ejército ucraniano ya utiliza un dispositivo similar al OCHI. Llamado Vengadores, permite al ejército ucraniano identificar objetivos rusos utilizando una IA entrenada a partir de numerosos vídeos recopilados por drones. En una semana, los Vengadores habrían podido detectar 12.000 equipos rusos.
En otro artículo de Reuters nos enteramos de que la IA está cada vez más integrada en los equipos ucranianos, sobre todo en los drones. La empresa ucraniana Norda Dynamics ha conseguido incluso automatizar completamente el pilotaje de drones explosivos.