En Burkina Faso se produjo una incautación récord de 28,6 kg de oro. Tres personas fueron detenidas cuando intentaban cruzar la frontera togolesa con este oro escondido entre sus ropas. Una mirada retrospectiva a un tráfico con ramificaciones complejas que pesa mucho sobre la economía burkinesa.
La aduana burkinesa llevó a cabo una espectacular redada el martes 17 de diciembre de 2024. Se incautaron nada menos que 28,6 kg de oro, con un valor estimado de 1.430 millones de francos CFA (aproximadamente 2,18 millones de euros), a tres individuos que se disponían a cruzar la frontera. frontera entre Burkina Faso y Togo. Esta incautación récord pone de relieve la escala del tráfico de oro que azota a este país de África occidental, el principal productor de oro de África fuera de Sudáfrica. Una mirada retrospectiva a los aspectos ocultos de esta industria aurífera subterránea.
Tráfico que funciona bien
Según una fuente cercana a la investigación, los tres sospechosos detenidos son vínculos en una amplia red de traficantes que operan entre Burkina Faso y los países vecinos. El oro incautado, cuidadosamente escondido entre las ropas de los contrabandistas, probablemente procedía de la extracción artesanal y semimecanizada de las minas de oro del país. Un sector en teoría suspendido desde febrero de 2024 por la junta gobernante, con el objetivo de “limpiar” el sector.
En realidad, la minería y el tráfico ilegal de oro nunca han cesado. Atraídos por la promesa de ingresos rápidos, miles de burkineses continúan excavando en condiciones a menudo peligrosas para extraer el precioso metal amarillo. Oro que luego fluye hacia los países vecinos, en particular Togo, escapando por completo de cualquier control y fiscalidad estatal.
Esta suspensión obedece a la necesidad de saneamiento en el sector (minero) y refleja el deseo del gobierno de organizar mejor la comercialización del oro y otras sustancias preciosas.
Yacouba Zabré Gouba, Ministro de Energía y Minas de Burkina Faso en febrero de 2024
Un déficit colosal para el Estado burkinés
Este contrabando a gran escala representa una enorme pérdida de ingresos para Burkina Faso, mientras que el oro es la principal fuente de exportación del país. Las cifras oficiales estiman que la producción de oro, procedente de minas industriales y artesanales, aporta el 14% de los ingresos del Estado. Pero en realidad, una gran parte del oro producido escapa a todo control y sólo enriquece a los contrabandistas.
- 17 minas industriales de oro en Burkina Faso, 5 de ellas cerradas por la violencia yihadista
- Alrededor de 10 toneladas de oro producidas al año por la minería artesanal (cifras oficiales)
- La primera refinería de oro del país se inaugurará en 2023 y tendrá como objetivo producir 150 toneladas de oro puro al año.
A pesar de la reciente apertura de una refinería de oro, que supuestamente controlará mejor los flujos y mantendrá el valor añadido en Burkina Faso, el tráfico persiste. En cuestión: pobreza, falta de control y fronteras porosas en una región altamente desestabilizada. Sin una limpieza profunda del sector y alternativas económicas reales, el tráfico de oro todavía tiene un futuro brillante por delante.
Una lucha que se intensifica a pesar de los obstáculos
Ante esta lacra, las autoridades burkinesas están intensificando las iniciativas para frenar el tráfico. Además de suspender las autorizaciones de exportación de oro artesanal, en febrero de 2023 el gobierno requisó “por necesidad pública” 200 kg de oro producido por la filial de un grupo minero canadiense. Una forma radical de recuperar el control sobre la producción nacional.
Pero en un país socavado por la violencia yihadista, la pobreza endémica y la corrupción, la lucha contra el contrabando de oro se parece a una lucha de David contra Goliat. Sólo una acción concertada y de largo plazo, que incluya un desarrollo económico más equitativo y alternativas creíbles al lavado de oro, podrá poner fin al tráfico. Hasta entonces, el oro de Burkina Faso seguirá evaporándose en la naturaleza…