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Desde hace varios meses, las relaciones entre Israel y Siria están marcadas por una serie de incidentes militares y diplomáticos. Según HaMevaser (18 de diciembre de 2024), un helicóptero israelí aterrizó recientemente brevemente cerca de un sitio militar en Damasco, alimentando especulaciones sobre una intensificación de las operaciones israelíes contra Hezbolá y la infraestructura estratégica de Irán en Siria. Este evento tiene lugar en un contexto regional ya en tensión, donde cada bando busca fortalecer su posición estratégica.
Motivaciones israelíes: asegurar las fronteras del norte
Para Israel, las incursiones en Siria tienen como objetivo impedir la consolidación de bases militares iraníes cerca de sus fronteras. Haderech (18 de diciembre de 2024) informa que el ejército israelí ataca periódicamente almacenes de armas y convoyes sospechosos de suministrar misiles avanzados a Hezbollah. Estas acciones, aunque ofensivas, se justifican por una doctrina de defensa preventiva encaminada a neutralizar las amenazas antes de que se materialicen.
La respuesta siria y sus aliados
Ante estos ataques, el gobierno sirio, apoyado por Irán y Rusia, denuncia lo que califica de repetidas violaciones de su soberanía. Shaharit (18 de diciembre de 2024) enfatiza que Siria, debilitada por años de guerra civil, depende de sus aliados para disuadir a Israel de operaciones más audaces. Rusia, aunque se opone a una escalada, desempeña un papel ambivalente al mantener una coordinación militar limitada con Israel y al mismo tiempo fortalecer los vínculos con Damasco.
Los riesgos de una escalada regional
HaMevaser (18 de diciembre de 2024) advierte que la mayor frecuencia de los ataques israelíes, combinada con la presencia de fuerzas iraníes y milicias proiraníes en Siria, aumenta el riesgo de una confrontación directa. Un ataque mal calculado o una respuesta desproporcionada podrían desencadenar una crisis regional importante, que involucraría a varios actores internacionales. Hed HaIr (18 de diciembre de 2024) también destaca que la inestabilidad en Siria proporciona un terreno fértil para el surgimiento de nuevos grupos terroristas, lo que complica aún más la situación de seguridad.
Implicaciones para la comunidad internacional
Las tensiones entre Israel y Siria plantean desafíos para las potencias internacionales, incluidos Estados Unidos y Rusia. Washington apoya implícitamente los ataques israelíes como parte de su estrategia para contener a Irán, mientras que Moscú busca estabilizar Siria sin oponerse directamente a Israel. Haderech (18 de diciembre de 2024) señala que estas dinámicas complejas reflejan un equilibrio frágil en el que cada actor actúa con precaución para evitar una escalada incontrolable.
Mientras las tensiones entre Israel y Siria siguen aumentando, la situación sigue marcada por un equilibrio precario. Si Israel continúa con su política de ataques preventivos, los riesgos de una escalada regional siguen siendo altos. La comunidad internacional, aunque implicada, parece por el momento incapaz de proponer una solución duradera a estas tensiones crónicas.
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