El gobierno de Netanyahu está tratando de hundir a Haaretz, publicado en inglés y hebreo, que se ha consolidado como el principal órgano de prensa israelí que socava la propaganda oficial.
Con raras excepciones, los medios eclipsan activamente los crímenes cometidos en toda Palestina por el ejército, los colonos y las milicias (aunque puedan oponerse a Netanyahu en cuestiones de política interna o rehenes). La gran mayoría de los judíos israelíes todavía prefieren, 14 meses después del trauma del 7 de octubre, no saber nada, ¡como si no tuvieran acceso a Internet!
Voces disonantes
Los puntos de vista divergentes se expresan en Haaretzincluso sobre el sionismo. La revista en línea +972 está más “comprometido”. Sin embargo, el redactor jefe del diario, Aluf Benn, se convirtió en objeto de una campaña de odio y descrédito. Netanyahu está tratando de agotar sus recursos publicitarios. A lo que Benn respondió en el guardián del 26 de noviembre: este “no nos impedirá informar la cruda verdad sobre las guerras de Israel” y de “mostrar el sufrimiento en Gaza y el Líbano”.
No a la censura y las amenazas
Haaretz ataca al régimen del apartheid, apoya la lucha de los palestinos (sin asimilarlos a Hamás) por luchar por sus derechos. Sus periodistas, como Gideon Lévy, investigan en Cisjordania con la ayuda de la asociación B’Tselem. Nir Hasson informa sobre una recopilación monumental publicada en línea por el historiador Lee Mordechai que detalla los miles de crímenes de todo tipo cometidos contra los palestinos. Leer esto diariamente es saber.
En Gaza, los periodistas palestinos han sido víctimas de asesinatos selectivos. En el propio Israel, el derecho a la información se enfrenta cada vez más a la censura y las amenazas. El espacio para la expresión democrática continúa reduciéndose. En este contexto, muchas voces internacionales se están movilizando hoy en defensa de Haaretz. Obviamente nos unimos a ellos.
Pedro Rousset
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