Barrick Gold amenaza ahora con suspender sus operaciones emblemáticas en Mali, uno de los mayores productores de oro de África occidental, debido al continuo bloqueo de los envíos de lingotes. Esta situación, revelada el lunes por el gigante minero, crea un ambiente tenso en un sector ya debilitado por la incertidumbre política y el endurecimiento de las condiciones fiscales. Mientras se prolongan las negociaciones sobre un nuevo código minero, el deterioro del clima empresarial podría tener un impacto duradero en la estabilidad económica del país, conocido por sus recursos de oro pero también por su turbulenta historia política.
De hecho, las operaciones en el complejo Loulo-Gounkoto, buque insignia de Barrick Gold, están bajo una fuerte presión. La empresa afirma que los empleados han sido encarcelados injustamente y que los envíos del metal precioso siguen estancados en las fronteras. Un escenario así, en un contexto ya marcado por incertidumbres, podría debilitar todo el ecosistema minero maliense, cuya prosperidad depende en gran medida de la reputación de un sector extractivo dinámico y confiable. “Si los envíos siguen suspendidos, Barrick se verá obligada a detener sus operaciones”, advierte la firma, advirtiendo de una fuerte caída de los ingresos para el país y todas las cadenas de valor locales.
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