El 4 de diciembre, Grégory Doucet recibió a las madres de Iris y Warren en su despacho del ayuntamiento de Lyon.
Y el alcalde ecologista no sumó ningún punto a Laure Cédat y Jessica Souchit, a quienes vio cara a cara, más de dos años después del fatal accidente que costó la vida a las adolescentes, atropelladas en una scooter por una ambulancia en el Quai Maréchal. Joffre.
Según Tribune de Lyon, las dos madres dicen “terriblemente decepcionado” por la actitud de Grégory Doucet, que no habría tenido “la más mínima palabra de compasión” y los hubiera desenrollado “un discurso tecnocrático que despliega un programa electoral”.
Laure Cédat y Jessica Souchit, que luchan activamente por el fin de los carriles que permiten la convivencia entre ciclistas, motociclistas y autobuses o vehículos de emergencia, creen incluso que han sido “tomado por oponentes” por el concejal de la ciudad de Lyon.
Porque si Laure Cédat es efectivamente una de las caras del colectivo Defensores de Lyon y del Gran Lyon, que pide el cese total del trabajo realizado por los ecologistas en el ámbito urbano, esta entrevista de principios de diciembre pretendía realmente discutir la protección de los jóvenes en las carreteras.
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