¡Taiwán fortalece su defensa! La isla recibió 38 tanques Abrams de Estados Unidos para contrarrestar la creciente amenaza china. ¿Pero será suficiente esta entrega para disuadir a Beijing de tomar medidas? Más en nuestro artículo.
En medio de crecientes tensiones con China, Taiwán busca fortalecer sus capacidades de defensa. Se acaba de alcanzar un hito importante con la recepción por parte de la isla de 38 tanques de batalla Abrams de los Estados Unidos. Estos vehículos blindados de última generación están destinados a reforzar significativamente las fuerzas terrestres taiwanesas ante la amenaza de un potencial ataque chino.
Una entrega esperada para fortalecer la disuasión
Al llegar a la isla el domingo por la tarde, estos 38 tanques Abrams forman parte de un pedido mayor de 108 unidades realizado en 2019 a Estados Unidos, por un importe superior a 1.200 millones de dólares. Según una fuente militar, el resto de los vehículos blindados debería entregarse entre 2025 y 2026. Se trata de los primeros tanques nuevos recibidos por Taiwán en 30 años, una contribución crucial para modernizar su envejecida flota actual, compuesta en particular por M60A3 estadounidenses. y CM Brave Tiger de producción local.
Esta adquisición forma parte del deseo de Taipei de fortalecer sus capacidades de disuasión ante la creciente presión militar ejercida por Beijing. De hecho, China considera a Taiwán como parte integral de su territorio y no descarta utilizar la fuerza para tomar el control de él. Ante esta amenaza, las autoridades taiwanesas están aumentando las compras de armas a su aliado estadounidense.
El apoyo estadounidense, clave para la defensa taiwanesa
Washington es históricamente el principal proveedor de armas de Taipei. Durante las últimas cinco décadas, Estados Unidos ha vendido equipos y municiones por valor de miles de millones de dólares a la isla, incluidos aviones de combate F-16 y buques de guerra. A principios de noviembre, Taiwán ya había recibido su primer lote de lanzacohetes múltiples HIMARS, un sistema que había demostrado su eficacia en Ucrania contra Rusia.
Si Washington mantiene oficialmente una política de “ambigüedad estratégica” respecto de una posible intervención militar en caso de un ataque chino, este apoyo material masivo apunta claramente a disuadir a Beijing de tomar medidas. Una estrategia que hasta ahora parece dar sus frutos, pero que irrita profundamente a China, acusando a Estados Unidos de jugar con fuego armando lo que considera una provincia rebelde.
Taiwán decidido a defender su soberanía
Por parte de Taiwán, no escatimamos en medios para garantizar su seguridad. Se espera que el presupuesto de defensa alcance la cifra récord de 19.000 millones de dólares en 2024, un aumento constante en los últimos años. Una dotación considerable para este pequeño territorio de 23 millones de habitantes, pero considerada imprescindible frente al gigante chino.
Porque más allá de la cuestión militar, lo que está en juego es la supervivencia del modelo democrático y soberano de Taiwán. Desde 1949 y el fin de la guerra civil china, la isla está dirigida por un gobierno independiente del de Pekín. Un estatus que la población taiwanesa, muy apegada a sus libertades, no está dispuesta a abandonar bajo amenaza.
Nunca permitiremos que China dicte nuestro futuro. La independencia y la democracia son nuestra línea roja.
– Tsai Ing-wen, presidenta de Taiwán
¿Hacia una escalada de tensiones en el Estrecho de Taiwán?
Si el equilibrio de poder sigue muy desequilibrado a favor de China, los esfuerzos de Taiwán por fortalecer su defensa parecen complicar seriamente una posible operación militar china. Queda por ver hasta dónde está dispuesto a llegar Beijing con su retórica agresiva y sus demostraciones de fuerza.
Porque el status quo actual, aunque frágil, tiene el mérito de preservar un cierto equilibrio en la región. Un intento de tomar el control de Taiwán por la fuerza tendría importantes consecuencias geopolíticas y económicas que China no puede ignorar. La estrategia de disuasión de Taipei, apoyada por Washington, apunta precisamente a mantener el costo de la intervención en un nivel prohibitivo para Beijing.
La entrega de estos tanques Abrams es, por tanto, un mensaje contundente dirigido a China. Ilustra la determinación estadounidense y taiwanesa de no ceder ante la presión. Una forma de decir que el precio a pagar por un ataque sería exorbitante. Es de esperar que esta señal se escuche en Beijing y contribuya a reducir las tensiones en lugar de exacerbarlas en este polvorín en el que se ha convertido el Estrecho de Taiwán.