Ngal’ayel Mukau dio este sábado sus primeros pasos sobre el césped del Vélodrome de Orange y, tras el empate sufrido por el LOSC en Marsella (1-1), se mostró autocrítico.
Entre titularidad y salida desde el banquillo, Ngal’ayel Mukau (20 años) continúa desde su regreso de una lesión a mediados de octubre. Este sábado, nuevamente en Marsella, fue alineado desde el principio por Bruno Genesio, que lo colocó junto a Benjamin André. Así vivió una experiencia extraordinaria cuando pisó el césped del Stade Vélodrome por primera vez en su carrera: “Es la primera vez que vengo aquí. Es un estadio con mucho ambiente, mucho ruido. Me impresionó un poco”nos admitió al final del partido, en la zona mixta.
Este sentimiento puede haber contribuido a su complicada copia. El internacional congoleño se quedó corto en el primer gol del Marsella. Mientras Bafodé Diakité y Alexsandro marcaban y se embarcaban fuera de su campamento, Ngal’ayel Mukau carecía de vigilancia y dejaba que Adrien Rabiot se le escapara a sus espaldas. ¿Qué sigue? Todo el mundo lo sabe:
“Se posicionó bien”, coincide. Ha sido difícil esta acción, es cierto, pero creo que todavía puedo trabajar en este punto. […] Desde un punto de vista 100% personal. Es el partido más difícil que me ha tocado jugar”.confió en el corazón de un recinto blanquiazul.
A pesar de todo, Ngal’ayel Mukau desea conservar lo positivo de este nuevo encuentro de la Ligue 1 y de sus primeros meses de competición: “Sabíamos muy bien que Marsella era un buen equipo y este resultado nos permite continuar nuestra serie. Hoy llevamos 16 partidos invictos.quedó satisfecho. Debemos seguir así. Tenemos un grupo muy fuerte a nivel colectivo y espiritual, también en el campo. Muchas veces nos reímos entre nosotros, pero en cuanto ponemos un pie en el campo, es muy serio”concluyó el centrocampista con una sonrisa.