Los vídeos publicados el viernes por la mañana muestran una reunión inusual en la aldea drusa de Hader, en el sur de Siria, cerca de la frontera con Israel. Los residentes allí exigen públicamente su apego al Estado judío y expresan su renuencia a vivir bajo la nueva autoridad siria.
“¿Cuál es nuestro destino?”, pregunta el orador sobre estas imágenes, mientras el público responde: “Israel”. Continúa diciendo: “En nombre de todo el pueblo de Hader, si tenemos que elegir, elegiremos el mal menor. Queremos ser anexados al Golán israelí para preservar nuestro honor, y esto también concierne todos los pueblos de los alrededores. Queremos unirnos a nuestro pueblo en el Golán y vivir en libertad y respeto”.
Hader presenta una situación particular: la aldea fue separada durante la Guerra de los Seis Días de las otras cuatro aldeas drusas que quedaron bajo control israelí: Majdal Shams, Restaurant, Buqaata y Ein Kiniya. En 2017, después de un ataque mortal que dejó nueve víctimas, las FDI se comprometieron públicamente a “proteger a los drusos y prevenir la ocupación de la aldea siria de Hader”.
Esta petición de apego marca un cambio radical de actitud. Los habitantes de Hader, anteriormente leales al régimen de Assad, incluso se opusieron violentamente a las FDI, en particular durante las operaciones llevadas a cabo con Hezbollah. Los incidentes de 2013 y 2015 dejaron varias víctimas, incluidos cuatro aldeanos que murieron mientras preparaban un ataque.
Esta petición se enmarca en un contexto más amplio del levantamiento druso. Ya la semana pasada, la comunidad tomó el control de al-Sweida, un bastión histórico druso, después de enfrentamientos con el ejército sirio. Esta acción, aprobada por el líder espiritual druso Sheikh Hekmat al-Hajri, permitió en particular la liberación de prisioneros del régimen.
El comandante de la fuerza que tomó Al Sweida, el jeque Lui, subrayó que esta acción contra el régimen fue coordinada con la organización rebelde “Hayat Tahrir al-Sham”, actor clave en la caída de Damasco.