¿Puede un pequeño arbusto inutilizar un helicóptero de dos toneladas? Esta es la pregunta que surge tras el accidente de aterrizaje ocurrido en el Canal de la Mancha el 23 de noviembre de 2024. que dañó gravemente el dispositivo del Samu de Ille y Vilaine. Ese día, el helicóptero había sido desplegado para rescatar a las víctimas de un grave accidente de tráfico, pero durante el aterrizaje, la cola chocó contra un arbusto y dañó las palas del rotor trasero. La máquina había quedado clavada en el suelo y la seguridad civil tuvo que hacerse cargo del transporte de los heridos.
¿Un problema mecánico?
No fue hasta el 10 de diciembre de 2024, es decir, 17 días después del incidente, que la máquina llegó por tierra a un taller de mantenimiento en Var. Los equipos han comenzado a desmontar el dispositivo y persisten las dudas sobre un posible problema mecánico. “No explican que un seto de arbustos haya causado tales daños a un rotor que gira a 3.000 rpm. La cola trasera ha sido perforada. Por eso sospechan firmemente que se trata de un problema mecánico”.explica el profesor Louis Soulat, jefe de urgencias del hospital universitario de Rennes.
Revisión de todos los helicópteros de la misma serie.
La Oficina Estatal de Investigación de Accidentes para la Seguridad Aeronáutica (BEA), recurrida sistemáticamente en este tipo de casos, ha solicitado una revisión de todos los helicópteros de la misma categoría. Recordemos que se trata de un modelo EC 145, arrendado a la empresa inglesa Babcok, líder europea en servicios de transporte sanitario. Varios dispositivos alquilados a la sociedad civil y a hospitales franceses se ven afectados.
Se está realizando una evaluación completa, pero es posible que el helicóptero Samu 35 ni siquiera sea reparable, ya que los costes serían elevados. A la espera de ver las cosas con mayor claridad, el hospital universitario de Rennes utiliza el dispositivo del hospital de Saint-Brieuc, donde se ha alquilado una máquina de sustitución.
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